Rusia, ahora, ha mostrado su ‘interés’ por Cataluña.

Conversación tranquila con José Carlos Rodríguez (@jcamagi), periodista. Yo: José Carlos, ¿entiendes que hace Puigdemont en Bruselas? José Carlos Rodríguez: Es muy difícil entender qué hace Carles Puigdemont en...
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Conversación tranquila con José Carlos Rodríguez (@jcamagi), periodista.

Yo: José Carlos, ¿entiendes que hace Puigdemont en Bruselas?

José Carlos Rodríguez: Es muy difícil entender qué hace Carles Puigdemont en Bruselas si no se está en el círculo más íntimo. Visto desde fuera, lo que sabemos es que el ex presidente de la Generalitat declaró la independencia de Cataluña, y mientras la lenta maquinaria de la justicia se ponía a punto, Puigdemont visitó Gerona, su tierra, antes de salir de España en coche rumbo a Bruselas. Allí recabó apoyos en un ministro belga, conservador flamenco, para que le concediese a él y a unos cuates ex consejeros la condición de asilados. Por descontado que el primer ministro paró aquello, y dijo que España era una democracia consolidada, y que no cabía la figura del asilo. Luego Puigdemont da una rueda de prensa diciendo que él no iba a pedir el asilo, aunque ya se sabía que había contactado con la estructura legal de ETA en el país. Dice en la rueda de prensa que él, presidente de la República Catalana Independiente, ve con buenos ojos la celebración en su país de unas elecciones autonómicas, pero que no irá a España si no se le garantiza que recibirá un juicio justo; es decir, exculpatorio. No da la impresión de ser un líder heroico, dispuesto a jugar su propia vida y la de sus naturales para lograr la independencia de un país, sino la de un pobre de espíritu que vaga por Europa sonado ante la realidad.

Yo: ¿Has dicho ETA?

José Carlos Rodríguez: El abogado que fue de la ETA. Este dijo que Puigdemont había contactado con él.

Yo: Pero, ¿no hay más relación con ETA que el abogado?

José Carlos Rodríguez: No, ninguna.

Yo: Me habías inquietado, solo nos faltaba esto… José Carlos, ¿cómo se habrá entendido en la UE este show?

José Carlos Rodríguez: Político, que es una importante publicación paneuropea, ha hablado literalmente de «circo». La «cuestión catalana» se ha entendido siempre, desde Europa, como un asunto español. No puede ser de otro modo, ya que Cataluña forma parte esencial de España. Mientras se ha mantenido el statu quo, no se ha prestado una mayor atención. Pero ahora que todo ha saltado, es evidente que el asunto desborda las fronteras de España, por varios motivos. El primero de ellos es directo, porque afecta a la unidad territorial de un Estado miembro, y la nueva región tiene la pretensión de formar parte de la UE una vez producida la secesión. El segundo es que hay otras regiones que se aferrarían al ejemplo español para iniciar sus propios procesos de secesión. Si se siguiese por ese camino, la inestabilidad en Europa sería mayúscula, y toda la arquitectura europea, que está ya en entredicho, podría sufrir un golpe fatal. Y en tercer lugar, porque Rusia ve a la Unión Europea como el peor de sus enemigos geoestratégicos, y con motivos más que sobrados: Ucrania y los otros Estados al oeste y sur de Rusia, que se debaten entre un paraguas y el otro. Y Rusia hace todo lo que esté en su mano para debilitar a la Unión Europea. Un ejemplo es Grecia. Ahora ha mostrado su interés por Cataluña.

Yo: ¿Ha contribuido Rusia de alguna manera en el procés?

José Carlos Rodríguez: No. En absoluto. Rusia ha entrado en el último minuto, por la espurea vía del ministro de exteriores de Osetia del Sur, pero sólo sería útil, entiendo yo, si los nacionalistas catalanes lograsen sus objetivos. Pero no antes.

Yo: ¿Rusia esperará agazapada?

José Carlos Rodríguez: Sí. Ha establecido ya un contacto, y no dudará en actuar si cree que la debilidad, quizás sólo aparente, de la sociedad española, de sus instituciones, y de su gobierno, lleva a una situación más propicia para el conflicto y para echar sal sobre una herida europea.

Yo: Tengo la sensación de que el Rey cambió la visión de Europa en su intervención, ¿es así?

José Carlos Rodríguez: La intervención del Rey Felipe ha sido fundamental en varios aspectos. Por lo que se refiere a la visión de Europa, lo que ha demostrado es que desde la cabeza del Estado hay una firme decisión de mantener la unidad territorial y las instituciones democráticas actuales. Lo que es difícil de valorar es cómo se entenderá en Europa la prudencia, o debilidad, o cálculo, que asociamos a la aparente inacción por parte de Mariano Rajoy.

Yo: ¿Cómo piensas tu que se valora la actuación de Rajoy?

José Carlos Rodríguez: En realidad, no tengo respuesta para esa pregunta. Lo cierto es que Mariano Rajoy ha podido hablar con los grande líderes europeo en Oviedo, y que habrá mantenido una relación fluida con los líderes de Alemania y Francia, y habrá podido compartir lo esencial de su estrategia. Pero no tengo más información sobre cómo se verá desde fuera.

Yo: Tu sigues la prensa internacional desde hace tiempo, yo te he visto hacerlo, ¿cuál es el sentir ahora sobre esta independencia frustrada?

José Carlos Rodríguez: Con este asunto ha reemergido en la prensa internacional el monstruo de la leyenda negra. La combinación entre ignorancia, mendacidad y mala praxis profesional habituales en la prensa, también en la internacional, se suma a la pervivencia de concepciones muy erróneas sobre cómo es nuestro país. Se ignora nuestra historia incluso más que en nuestro país, y todavía hay quien duda que la nuestra sea una democracia con todas las garantías. A ello se suma que el Gobierno ha hecho todo lo posible por no defender el buen nombre de nuestro país. Afortunadamente, las desaforadas mentiras por parte de los nacionalistas han acabado por avergonzar a la propia prensa europea, y parece que algo de sentido común está volviendo a las portadas, aunque no tanto a los platós.

Yo: Y las embajadas de España en el Mundo, ¿a qué juegan?

José Carlos Rodríguez: En el caso de las embajadas, lo que ha faltado es un liderazgo por parte del Ministerio de Exteriores, no sé si por incapacidad del ministro, o por la inquebrantable fe del presidente del gobierno en que el tiempo todo lo cura. A partir de ahí, cada embajada ha hecho lo que ha considerado oportuno.

Yo: Es curioso ver como el Gobierno independentista catalán invierte en prensa internacional y el Gobierno central no, ¿son unos pardillos o es que pasan?

José Carlos Rodríguez: Mariano Rajoy, lo ha dicho él mismo, ha hecho todo lo que estaba en su mano para no tener que llegar tan lejos como para aplicar el Artículo 155. Que tampoco es tan lejos, otra cosa son los artículos 116 u 8. Pero él no quería llegar hasta aquí, y confiaba en que de algún modo se volvería al statu quo. Y se equivocó. Como confió en que los Mossos d’Escuadra no iban a traicionar a su país. Y se equivocó. Entonces, la falta de política comunicativa hacia el exterior la interpreto como todo lo demás: falta de previsión.

Yo: ¿Qué te parece convocar elecciones de forma tan inmediata?

José Carlos Rodríguez: Todo curso de acción tiene sus ventajas y sus costes. Yo creo que lo mejor sería ocupar las consejerías, abrir todos los archivos, levantar todas las alfombras, documentar cada desmán realizado por los gobiernos catalanes en las últimas tres décadas, y crear con ello material suficiente para llenar las cárceles y para contar a la opinión pública quiénes son los políticos que han gobernado Cataluña en este tiempo. Y también desmantelaría algunas infraestructuras nacionalistas, como la educación (en parte) y TV3, más los otros medios públicos. Y cortaría de raíz las subvenciones a medios de comunicación y a los grupos sociales afines. Y entonces, tres, cuatro, cinco meses más tarde, cuando todo eso esté hecho, convocaría elecciones. Con todo, la estrategia que ha seguido Rajoy tiene sus ventajas: No se desgasta por mantener el poder en Cataluña en una situación de provisionalidad, y ha acabado de romper el discurso de los nacionalistas, que ya no están cómodos ni presentándose, ni no haciéndolo.

Yo: ¿Piensas entonces que el convocarlas tan pronto es para quitarse el problema de encima y no resolver nada de las causas?

José Carlos Rodríguez: Mariano Rajoy no quiere saber nada de grandes reformas políticas. Él está cómodo en el statu quo. Y lo que quiere es volver a él tan pronto como sea posible, sin realizar ningún cambio fundamental, y por supuesto sin remozar ninguna de las causas de la actual situación.

Yo: Entonces el problema volverá a estallar dentro de unos años…

José Carlos Rodríguez: Ya no hay una vuelta al statu quo. Éste se basaba en un conjunto de sobreentendidos que se han acabado por quebrar. La situación nunca será la misma. Ya sabemos de lo que son capaces los nacionalistas. Ya han una parte de la sociedad, que no se veía reflejada en las instituciones ni en los medios de comunicación, que ha salido a la calle, que se ha mostrado, que no va a aceptar la posición de una víctima silente. La clase política catalana se divide entre golpistas y constitucionalistas, con una viscosa materia intermedia entre En Comú Podem y el PSC. No es que el problema vaya a estallar en unos años, es que ya lo ha hecho y ahora la cuestión es cómo ahondar el la herida, o cómo curarla.

Yo: Gracias José Carlos, se me dejas más adelante volveré a abusar de tu saber internacional.

José Carlos Rodríguez: No, hombre, gracias a ti. Espero que lo que te he escrito haya sido de utilidad.

Yo: Sin duda, has profundizado en muchas cuestiones que interesan.

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Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

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