ESPAÑA, LA VENEZUELA DE EUROPA

ESPAÑA, LA VENEZUELA DE EUROPAHay dos clases de servidores públicos, los que sirven a los ciudadanos y los que se sirven de ellos para medrar sin dar un palo...

ESPAÑA, LA VENEZUELA DE EUROPA
Hay dos clases de servidores públicos, los que sirven a los ciudadanos y los que se sirven de ellos para medrar sin dar un palo al agua. Dicho de otra manera, los que sirven a la administración y los que se sirven de ella. De los primeros, son aquellos que ejercen el cargo, pero no cobran. Representan a las aldeas perdidas de la España rural y son una ridícula minoría que, en comparación con los que si viven de la alfalfa, apenas si representan una brizna insignificante entre el inmenso mar de la bicoca…!Me estoy tocando los huevos, que para eso me hice diputado!…como bien dijera un mienbro de la casta parásita pepera pillado en unas conversaciones por la policía. Pero como este, son legión. Se podría decir que son todos sin excepción. Todos los que a final de mes, ponen el cazo y les cae la morterá !Y solo por estar tocándose los huevos!…Si todo esto pasa con los parásitos activos, no quiero pensar lo que pasa con los pasivos, con los «ex» que pululan por toda la geografía del pais…Presidentes de gobierno, presidentes de comunidades, ministros, consejeros, consellers, altos cargos, diputados, senadores, presidentes de organismos, duplicidades convenidas…Todos ellos multiplican por cinco a los parasitones que están activos y si contamos los montos de las cantidades resultantes que nos cuestan, nos marean. ¿Como a va quedar para los proyectos de política social? Es que ni siquiera se los plantean ¿Para que? si este océano de parasitos se lo come todo, lo engulle todo…!Y que decír de los 13.000 millones que se traga por la cara la castaza clerical!…Un billón con «B» trescientos mil millones de la antigua pela. Pero el barbecho del chollo no acaba aquí…¿Se han preguntado lo que se destina a llenar los pesebres de la Diputaciones, que yo no se cuantas hay…o del Senado, y de tantos otros organismos, con nombres tan pomposos como vacíos de contenido?…algo que no extraña, porque solo son pesebres destinados a llenar la andorga del ejército de rumiantes garbanceros que les apoyan…Por no hablar de los partidos políticos, o de los sindicatos UGT y CCOO, o de las patronales, que esa es otra…Y así podríamos seguir llenando cuartillas durante horas…
Pues bien, amigos, para las castas instaladas, es decir, para los parasitones de siempre, PPSOECiUUGETCCOOCEOEIGLESIA, los bien libados del el sudor ajeno, querer acabar con todo esto, dicen, es llevarnos a Venezuela, a Cuba, a la revolución bolivariana y a no se que comunismo ancestral. ¿Es que están ciegos?…¿No ven que lo se señala es lo que de verdad nos separa de la Europa avanzada? Porque eso es lo que tendremos que superar si queremos alcanzarles?…Claro que lo ven, !Como no lo van a ver!..Pero afrontarlo conlleva salir de Cuba o Venezuela, que es donde siempre estamos y de donde nunca hemos salido…Por eso huyen de todo lo que huele a Europa…Por eso temen a PODEMOS, porque el día que lleguen el chollo se les habrá terminado. España dejará de ser por fin la Venezuela que nos fabricaron, para entrar de una vez por todas en la Europa decente y ello conlleva aparejado el fin del abuso y el fin de la impunidad…A eso temen.

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De San Sebastiián de los Reyes, un poblacho situado al norte de Madrid, justo a 18 kms de la Puerta del Sol. Justo la diferencia que había entre una incipiente modernidad y la edad media. Un pueblo lleno de asnos, ovejas, cabras, mulas y carretas tiradas por bueyes,,,Hablo de mi niñez, claro. Eran los tiempos de los caciques, de los miedos ancestrales, de la mujeres de negro y de un servilismo tirando a la esclavitud. No obstante recuerdo con añoranza aquellos lejanos tiempos con mis primos que tenían una casa de labranza con un gran corralón, algunas tierras y muchos animales, incluidas un rebaño de ovejas. También las eras y los trillos en los tórridos veranos. Un pasado no muy lejano y que parece haberse mantenido vivo en los clichés de la memoria. Lo demás es rutina cambiante.

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