Conversación tranquila con Ricardo Gómez Díez, profesor y consultor catalán residente en Madrid.
Yo: Ricardo, como bien sabes hoy el parlamento catalán aprobará la ley del referéndum y el Gobierno la recurrirá al Constitucional y este la paralizará. ¿Acatará el gobierno catalán al Constitucional y paralizará el referéndum?
Ricardo Gómez: Me da que han entrado hace tiempo en una vorágine alocada y que el seny o sentido común hace tiempo que han desaparecido de las mentes de los dirigentes políticos nacionalistas catalanes. Así que pienso que el pulso seguirá hasta el abismo a lo ‘Thelma y Louise’.
Yo: A veces pienso que el secesionismo catalán ve la posibilidad de que el Estado no se atreva y les deje y otras muchas veces pienso que están en un mundo irreal y simplemente se creen la novela, ¿como lo ves?
Ricardo Gómez: Yo creo que lo primero forma parte de lo segundo, es decir, que la locura en la que se han instalado les lleva a pensar que lo primero ocurriría, olvidando además que que toda esta batalla se juega desde el principio fuera, en el exterior, es decir, que si quien tiene que reconocerte no lo hace ni está dispuesto ni, sobre todo, le interesa, tu locura es eso, pura locura que acaba en un psiquiátrico.
Yo: Su concepto de democracia, su concepto de ley, su concepto del derecho a decidir… ¿Cómo pueden creérselos en serio?
Ricardo Gómez: Lo importante para ellos, desde el principio, casi diría desde finales del siglo XIX, es su concepto de nación, es decir, aquellos que son catalanes de toda la vida y además nacionalistas, el resto pueden ser asimilados y los contrarios no son parte de esa nación, es decir, es una nación predemocrática, una nación tribal, medieval, por tanto, la democracia es solo una excusa populista, un instrumento, no el lugar de destino.
Yo: Desde los motivos, la nación milenaria, hasta las excusas, España nos roba, y el objetivo, un Estado República Libre en la Unión Europea. son falsos, ¿Piensan esto en serio o están locos?
Ricardo Gómez: Yo creo que lo piensan, por eso están locos. El loco además siempre cree que tiene en todo momento la razón y que son otros los locos, como lo de los celtas de Astérix y Obélix, que pensaban que los locos eran los romanos. Además, hace unos años podíamos pensar que se trataba de una locura, como las disposiciones de la Constitución, transitoria. Hoy está claro que es permanente, lo cual los invalida claramente para el ejercicio de funciones públicas.
Yo: Supongamos que hay unos dirigentes que han perdido el juicio seguidos por otros que viven de esto, pero ¿qué pasará con el ciudadano que se ha creído la novela, cuando la realidad sea evidente?
Ricardo Gómez: Que pasará de un sueño a una pesadilla y entonces se girará hacia sus líderes independentistas y los sacrificará (políticamente hablando) en el altar de su hipotética República. Cataluña (y Barcelona con ella) empezó hace años el camino de la decadencia, y en la historia, cada vez que los dirigentes catalanes han apostado por la rauxa (lo contrario del seny, la locura) le ha sucedido un largo tiempo de decadencia económica y cultural. La vida es cíclica, la historia también, la de Cataluña en su relación con el resto de España, más.
Yo: Pobres, será cruel el despertar de este sueño.
