Dellepiane Bar, ofrece hamburguesas al paso en un espacio chico pero con calidad gourmet.

Se encuentra ubicado en el pasaje Luis Dellepiane 685 entre las calles Viamonte y Tucuman a tan solo  dos cuadras de las principales  avenidas: Callao y Corrientes. Está como...

Se encuentra ubicado en el pasaje Luis Dellepiane 685 entre las calles Viamonte y Tucuman a tan solo  dos cuadras de las principales  avenidas: Callao y Corrientes.

Está como escondido, en un pasaje poco transitado, tal vez encontrarlo para algunos será como un hallazgo y para otros  una parada obligada recomendada por Facebook o amigos.

El Bar es chico, las mesas están muy juntas, su ambientación propone una pintura de Luca Prodan sobre la pared lo cual es lógico escuchar discos nacionales sobre el almuerzo o la cena. Su horario de atención es de 12 del mediodía hasta pasada la medianoche. El lugar está de onda, entrando en la lista de unos de los 10 mejores bares de hamburguesas Gourmet, según Guía Oleo, la mejor guía de restaurantes y bares de Buenos Aires y Capital Federal. Sobre una de sus paredes encontramos una enorme pizarra en donde se describen las especialidades de la casa. Las estrellas son: “La Dellepiane”, doble queso, doble panceta, cebolla a la plancha, pepinos y salsa. “Le Blue”, queso azul, portobello, panceta, cebolla a la plancha y Dijon. “Bacon-Huevo”, panceta, queso, huevo frito, tomate, lechuga y pepino. “El Paso”, morrón asado, queso parmesano, panceta, cebolla a la plancha, jalapeños y guacamole. “Ali Olí”, aros de cebolla, queso, tomate, lechuga y salsa Ali Olí. Y para los que no comen carne hay opción Veggie hecha de garbanzos, zanahoria y manteca de maní, todas vienen con unas crocantes papas fritas a las que le podés añadir salsa cheddar, curry o jalapeña más picantona y sus precios rondan alrededor de $150. Para acompañar a estas divas de carne, se pueden degustar cervezas artesanales en sus tres variantes, rubia, roja y negra con sus tamaños de ½ pinta a $65 o  pinta entera en $80.

El promedio de edad que concurre es de 25 años en adelante.  No se caracteriza por ser tranquilo, hay mucho ruido, la música suena alto, no es un lugar para ir a conversar en profundidad ni estudiar para un final, tiene una gran contra para todo aquel que no le gusta esperar y es que se llena rápido al ser un espacio muy chico. Ir a las 21, significa llegar tarde y esperar afuera, mínimo una hora. La vereda ofrece un par de mesitas para amortiguar el tiempo entre charlas y algún cigarrillo.

El personal atiende en  tiempo y forma: La comida tarda aproximadamente 15 minutos en llegar a tu mesa. El producto final cumple,  son grandes, sabrosas y están bien hechas.

Es un lugar para pasar el rato con amigos, desenchufarse de la rutina y clavarse una mítica hamburguesa en un pasaje para el olvido o el recuerdo.

 

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