¿Estás pensando en cambiar tu bañera por un plato de ducha? Sigue estos consejos para que el cambio te resulte lo más cómodo posible.
Mide bien el espacio
Antes de cambiar tu bañera por un plato de ducha deberás de medir bien el espacio. Mide bien lo que ocupa la bañera, ya que estas medidas determinarán las medidas que necesitará el futuro plato de ducha que vamos a colocar en el lugar.
Además, también deberás de calcular la cantidad de azulejos que serán necesarios para revestir la pared una vez que hayas quitado la bañera.
Elige un plato de ducha adecuado
A la hora de elegir un plato de ducha, procura elegir un modelo que sea antideslizante. A pesar de que cada plato de ducha luego cuenta con funciones especiales, lo más importante que debes tener en cuenta a la hora de cambiar tu bañera por un plato de ducha es que este sea seguro y que se pueda acceder bien al mismo.
Guarda una muestra de azulejo
Si has alicatado la pared con nuevos azulejos debido al cambio de bañera por el plato de ducha, te recomendamos que guardes alguna muestra de tus azulejos en caso de necesidad.
Es posible que se produzca una rotura con el paso de los años y, si ha pasado mucho tiempo, es posible que el modelo de azulejo se haya descatalogado y no puedas comprarlo. De esta forma, podrás recurrir a esos azulejos que guardaste a modo de emergencia para poder subsanar la rotura.
Cuenta con un profesional
A pesar de que creas que se te da muy bien este tipo de trabajos de albañilería, lo mejor es recurrir a un profesional para llevar a cabo el cambio de la bañera a plato de ducha.
Estamos hablando de un cambio que implica cambios en la grifería, desagües y alicatado entre otra clase de tareas, por lo que hacerlo bien es fundamental para lograr un buen acabado y, por lo tanto, aprovechamiento del plato de ducha. Contar con los servicios de un profesional es la mejor forma de garantizar un buen resultado.
