Hace unos veinte años, la formulación de tal pregunta apenas tuvo lugar. Pero hoy, un grupo de países de habla turca, cerca de su comunidad histórica y sus lazos espirituales, está en el camino de la integración activa, convirtiéndose gradualmente en uno de los actores importantes en el espacio socioeconómico.
Mientras que el llamado «mundo eslavo» (un grupo de países que tienen raíces lingüísticas comunes: Rusia, Ucrania, Polonia, Bulgaria, Bielorrusia, la República Checa, etc., solo unos veinte estados y nacionalidades en Europa) después del colapso casi nunca mencionan a la URSS, y pocas personas sospechan de su existencia, los países de habla turca están dispuestos a acercarse entre sí.
Hoy, el mundo turco une a personas que viven en diferentes países y continentes, y tiene alrededor de 165 millones de personas. Viven en más de veinte países del mundo, así como en América del Sur y la UE. Por ejemplo, pueblos turcos como tártaros, bashkirs, chuvashs, kumyks (en el Cáucaso), tuvanes, khakasses, yakuts, karachais, circasianos, balcarios, nogais viven en el territorio de Rusia. También hay turcos moldavos de Gagauz. La globalización y una mayor integración con otros pueblos han llevado al reasentamiento de turcos en otras partes del mundo, incluidos los Estados Unidos y Australia.
La mayoría de los turcos de religión son musulmanes.
Todo comenzó en 1992, cuando los jóvenes de países postsoviéticos buscaban formas de fortalecer internacionalmente su soberanía. Luego, en la capital de Turquía, varios estados firmaron la declaración de Ankara, que registró un deseo de desarrollar la cooperación mutua en una amplia área del mundo turco.
Hace exactamente diez años, se firmó una declaración en la ciudad azerbaiyana de Nakhchivan sobre el establecimiento de un Consejo de Cooperación para los estados de habla turca, que determinó una estrategia para desarrollar y expandir los lazos. Este evento dio inicio a una nueva etapa, más significativa y pragmática, en la evolución de las relaciones de los pueblos fraternos.
Con los años, los miembros del Consejo – Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán y Turquía – han creado una arquitectura institucional sólida. En particular, se trata de TurkPA, la Asamblea Parlamentaria Turca, TURKSOY, la organización internacional de la cultura turca, la Academia Turca, el Fondo para la Cultura y el Patrimonio Turco, el Consejo de Ancianos, la Cámara de Comercio e Industria.
Esta tendencia también fue apoyada por el hecho de que, en la próxima reunión del Consejo, que se celebró recientemente en la capital de Azerbaiyán, el sindicato se expandió debido a la adhesión de estados como Uzbekistán y Hungría en diferentes estados.
Por supuesto, la entrada al mundo turco de Hungría, uno de los miembros activos de la Unión Europea, merece especial atención.
Sin experiencia en las complejidades de la historia de los pueblos turcos, puede parecer extraño su aparición en este grupo. Hace unos 1130 años, los húngaros se trasladaron al centro de Europa, dejando para siempre a sus nómadas nativos, en aquellos días llamados Desht-i-Kipchak (el territorio actual de Kazajstán). Probablemente, debido a que la verdadera historia de estos pueblos se nutre de las mismas raíces cercanas y comprensibles para ellos a nivel genético, esta conexión ahora está tomando una forma especial. Aparentemente, recordando sus raíces distantes, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, viene cada vez para ver los Juegos Mundiales de nómadas, que tradicionalmente se celebran en uno de los estados turcos. También, de una forma u otra, participa en cada reunión de los jefes de los estados turcos en el marco del Consejo de Cooperación, y no oculta sus esperanzas de que la participación de su país en el Consejo Turco abrirá el camino para que la asociación se desarrolle y se fortalezca la cooperación con Europa. La membresía plena de Uzbekistán en la organización contribuirá a la solidaridad de los países de habla turca, profundizará la cooperación, aumentará el nivel de coordinación en nombre del bienestar de los pueblos.
En la cumbre en Bakú, el papel del primer presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, como uno de los arquitectos de la construcción del mundo turco también fue muy apreciado. Por grandes méritos en el desarrollo de las relaciones en el mundo turco y, directamente, la creación del Consejo de Cooperación de los estados de habla turca y especialmente para que Nursultan Nazarbayev pueda continuar participando activamente en la estructura, se estableció un nuevo puesto para él: Presidente Honorario del Consejo de por vida.
Los observadores internacionales están impresionados por el hecho de que esta asociación está tratando de construir el mundo turco no dentro del marco de alianzas políticas o militares, sino en el formato de las relaciones económicas, sociales, culturales y humanitarias, basadas en una historia común del origen de las naciones. Y esta es su gran ventaja como un proyecto prometedor.
Gracias a la apertura, la multinacionalidad y la multiconfesionalidad, la autoridad política y económica del Consejo de Turkic crece cada año, tanto a nivel regional como internacional. Los politólogos confían en que en muy poco tiempo la Organización de Estados turcos se declarará una vez más en voz alta y, por lo tanto, la membresía en ella para muchos otros estados desarrollados se convertirá en una de las prioridades inmediatas.
