Teresa Freixes: “En España tenemos un grave problema y es que los partidos no se han creído el Estado”

Conversación tranquila de @jmfrancas con Teresa Freixes: Catedrática de Derecho Constitucional, Catedrática Jean Monnet ad personam y miembro de la Real Academia Europea de Doctores.   blog: http://www.noentiendonada.es, You...
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Conversación tranquila de @jmfrancas con Teresa Freixes: Catedrática de Derecho Constitucional, Catedrática Jean Monnet ad personam y miembro de la Real Academia Europea de Doctores.

 

blog: http://www.noentiendonada.es,

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JMF: ¿Está vieja nuestra Carta Magna?

Teresa Freixes: Vieja? Si la comparamos con la mayoría de los estados democráticos es bastante joven. Otra cosa es que algunos contenidos, como sucede en estos otros estados, necesiten un “aggiornamento».

JMF: ¿Es el momento de ponerla al día?

Teresa Freixes: El contexto político no es favorable. Estas reformas, para que sean provechosas, necesitan de amplios acuerdos que, hoy por hoy, no parece que puedan darse. Además, las reformas constitucionales son, técnicamente, complejas, tanto por el procedimiento como por el hecho de que muchas veces una reforma de un artículo puede afectar, por conexión a otras regulaciones. Por eso muchas veces digo que «no es momento de hacerla -la reforma- pero sí de pensarla”.

JMF: ¿Y de desmasculinizarla?

Teresa Freixes: Eso casi constituye una «boutade». Hay regulaciones que deben cambiar como la sucesión a la Corona y el tratamiento al «consorte» de la Reina, así como introducir una mejor regulación de la igualdad y no discriminación, integrando aquí lo que ya está en los Tratados de la Unión Europea. No olvidemos, por otra parte, que cualquier revisión de la Constitución, aunque sea para «feminizarla» implica poner en marcha el procedimiento (uno de los dos) de reforma constitucional y ello es harto complicado.

JMF: Para algunos parece vieja, masculina y de derechas…

Teresa Freixes: Si lo analizamos con perspectiva histórica no es así. Es una Constitución que, además de habernos proporcionado los primeros 40 años de constitucionalismo democrático a nosotros, ha sido un ejemplo para otros países, tanto por el método consensuado que presidió su elaboración como por muchas de sus regulaciones. Yo misma he trabajado en una veintena de países, sobre todo en Europa del Este tras la caída del Muro, en las reformas constitucionales en América Latina en los 90 (antes del auge del bolivarianismo) e incluso en África y Asia, que solicitaban información acerca de cómo habíamos conseguido, tras dos siglos de guerras civiles y constitucionalismo de confrontación, haber llegado a una constitución que podía ser prácticamente de todos y que posibilitaba, como se ha demostrado, la alternancia política.

JMF: Los procedimientos de modificación, ¿no son demasiado complejos?

Teresa Freixes: Son muy similares a los que están en vigor en la mayor parte de los Estados de la UE.

JMF: ¿Cabe en nuestra Constitución la autodeterminación y el derecho a un referéndum sobre ello?

Teresa Freixes: En absoluto. Ya en la asamblea constituyente se rechazó explícitamente introducir el derecho a al autodeterminación (Letamendía y Xirinacs fueron quienes pretendieron introducirlo, con un rotundo fracaso). Y el Derecho internacional no incluye la autodeterminación o la secesión para territorios de estados democráticos: Sólo se acepta para situaciones coloniales o casos de minorías sojuzgadas, lo que no es, evidentemente, el caso de Cataluña. En la web de Naciones Unidas consta el seguimiento que desde ahí se realiza sobre los territorios que se pueden autodeterminar y Cataluña ni está ni se le espera, porque, tal y como los Secretarios generales de NN.UU. afirmaron, no cumple con las condiciones para ello.

JMF: ¿Te parece correcto que, como pasó en el Estatuto, el Tribunal Constitucional se pronunciara después de un referéndum?

Teresa Freixes: En aquellos momentos no estaba vigente el recurso previo de inconstitucionalidad (se suprimió para evitar parálisis en la entrada en vigor de las leyes) a pesar de que algunos advertimos que ello pondría problemas en el caso de las normas referendadas, es decir de los Estatutos de Autonomía. El problema derivó del derecho aplicable y hay que recordar que los nacionalismos votaron a favor de esa supresión, facilitando que en el caso de los Estatutos de Autonomía el recurso ante el TC sólo pudiera interponerse después del referéndum y no antes, como sería lo lógico, para evitar esas polémicas. Ahora ello ya no puede volver a suceder, porque se ha reintroducido el recurso previo y, en su caso, debería ser interpuesto después de que los Estatutos fueran aprobados por ley orgánica y antes de su entrada en vigor. El referéndum quedaría para después del control de constitucionalidad, como es propio de la lógica jurídica, para evitar que una norma referendada sea controlable por un órgano jurisdiccional.

JMF: ¿No piensas que esto fomentó la reacción independentista?

Teresa Freixes: El independentismo ha estado siempre latente y siempre ha planificado su actuación, desde el documento de los años 80 «Catalanizar Cataluña» hasta los sucesivos acuerdos de la última década. Mucho antes de que la sentencia del TC fuera dictada, en 2010, ya se había estudiado y comenzado a poner el práctica la «desconexión». La reforma del Estatuto de 1979, dirigida a la «construcción nacional» ya consta en documentos de los años 80, así como la importancia del «relato» que se tenía que ir preparando para ello. Si fomentó la reacción independentista es porque ello ya estaba así preparado, técnica y económicamente. El «Ahora paciencia y mañana independencia» yo ya lo oía en la misma época de la transición en determinados colectivos, cuyos miembros, muy jóvenes entonces, han ido tomando responsabilidades en el marco del secesionismo. No es una técnica novedosa. La Historia está llena de ejemplos similares. El problema está en que no se han querido “ver».

JMF: No han querido ver… ¿Te refieres a los distintos gobiernos de España?

Teresa Freixes: Sí. En España tenemos un grave problema y es que los partidos no se han creído el Estado. En vez de lograr identificar un núcleo duro de elementos que permitieran que la alternancia no pusiera en peligro el orden constitucional, han buscado los votos necesarios, en las investiduras, para aprobar los presupuestos, etc., en el nacionalismo periférico. Y claro, eso tiene un precio.

JMF: ¿Saben derecho los independentistas?

Teresa Freixes: Claro. Cuentan con eximios catedráticos para ello. Pero olvidan una cosa y es que, si bien el Derecho puede ser interpretado, la interpretación termina cuando se le hace decir a la norma lo que no dice. En estos casos, ya no cabe la interpretación y si se quiere introducir esos contenidos que no derivan de la interpretación en el sistema jurídico es necesario reformar la norma mediante los procedimientos establecidos para ello. O hacer la revolución y romper con el sistema para edificar uno nuevo. Pero siendo conscientes de ello. Yo entiendo las revoluciones. Lo que no comparto es que intenten hacerme creer que las normas dicen lo que no dicen.

JMF: ¿Entiendes los teóricos varapalos jurídicos, desde Bélgica y Alemania, sobre la euroorden?

Teresa Freixes: No, aunque eran previsibles, dados los precedentes existentes en los territorios de procedencia de los juristas (no sólo los jueces) que han intervenido en ello. La euroorden, absolutamente necesaria como garantía europea de la libertad de circulación para evitar que ésta sea aprovecha por los delincuentes para sustraerse a la acción de la justicia, ha quedado «herida y tocada» como suele decirse y ello pone en riesgo la integración europea. Hubiera sido necesario que se hubiera planteado una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE, para que la interpretación y aplicación de la euroorden cobrara su sentido y se evitaran los problemas que hemos tenido. No acabo de entender las reticencias de los jueces españoles a plantearla, pues aunque Llarena se aferra a la opinión del Abogado General en un caso para no hacerlo, se trata de la opinión del Abogado General, no se una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sentando jurisprudencia. Y con ello, no tenemos una jurisprudencia que aclare, para toda Europa, cómo debe aplicarse la euroorden. Por otra parte, si todos los prófugos se quedan durante 20 años «errantes» pues que se queden, pero, eso sí, desprovistos de financiación pública, pues tampoco es entendible que continúen cobrando su sueldo como diputados cuando no han pisado el Parlament.

JMF: Los nuevos mensajes sobre ‘el procés’ del equipo de Pedro Sánchez, ¿van por el buen camino?

Teresa Freixes: Está por ver, porque es evidente que existen ciertas contradicciones entre los mensajes de Borrell, por una parte y de Batet, por otra.

JMF: ¿No te recuerdan a la fallida operación ‘dialogo’ de Soraya?

Teresa Freixes: Sí, con problemas añadidos, como es el apoyo del secesionismo a la investidura de Sánchez. Vuelvo a lo que he dicho anteriormente. A cambio de qué? No lo sabemos, quizás no dio tiempo a establecer un pacto, pero lo que es seguro es que el secesionismo querrá cobrarse el apoyo.

JMF: ¿Eres partidaria se seguir con la vía judicial y añadir la vía política?

Teresa Freixes: Los jueces han de intervenir cada vez que se cometa un ilícito jurídico, ya sea en vía penal, civil o administrativa. Ello tiene su regulación y su cauce. Pero es evidente que también es necesario «hacer política». En este caso, la política tendría que conllevar aquello que digo que no existe, que es el «creerse el Estado» y que sea una política concordante con los valores constitucionales y europeos puestos en común. De otro modo, estaremos otra vez en una política cortoplacista que no nos llevará por buen camino. El mismo Tribunal Constitucional, dictando sus sentencias por unanimidad en prácticamente todos los casos, muestra el camino. Me refiero a todos los casos relativos al desafío secesionista.

JMF: Gracias Teresa, ojalá los distintos gobiernos te oigan aunque sea un poco, saludos.

Teresa Freixes: Tendremos que continuar «hablando» a ver si nos consideran «interlocutores» porque no puede ser que sólo lo sean los secesionistas.

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Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

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