¿Se saben ese dicho de que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos? Es cierto, y podemos hacer una variante: no sabemos lo que no hemos tenido hasta que lo disfrutamos por primera vez. Por ejemplo, muchas personas tuvimos una vida antes de la llegada de internet. Ahora, nos sería imposible cerrar todas esas puertas y dejar de comunicarnos con las personas a las que tenemos lejos, comprar online y hacer videoconferencias en nuestro trabajo, por poner unos ejemplos. De igual modo, hay un sinfín de objetos cotidianos del día a día que son tan comunes que parecen invisibles, pero notaríamos su gran ausencia si se rompieran o faltaran. Por ejemplo, nuestro coche. No todo el mundo conduce, pero para muchos hacerlo es la diferencia entre poder llegar al trabajo y no llegar.
De hecho, imagínense por qué clase de calvario pasaría una persona que tarda media hora en coche a su trabajo, si dicho coche se rompiera. Un trabajo emplazado en un sitio donde no llega el transporte público o sí llega, pero supone cuatro autobuses distintos y un madrugón terrible. Imagínense que tiene que conducir desde Vallecas hasta un pueblo muy lejos de allí y al que no puede permitir mudarse. Bueno, que no cunda el pánico, porque existen los talleres de Vallecas. Sí, tanto en Vallecas como en prácticamente cualquier sitio de españa, hay talleres especializados en la reparación de vehículos y también en su mejora. De modo que sí, un taller en Vallecas sería la solución a todos los problemas que un coche puede darle a una persona que viva allí.
Pero no solo hay talleres en Vallecas, como ya he dicho. Los coches, en efecto, son imprescindibles en el día a día, una comodidad necesaria, y por eso es fundamental que haya muchos y poder ser capaces de llegar a uno si en un momento dado nuestro vehículo nos da un problema repentino. ¡Imagínense que empieza a salir humo del motor mientras conducen! El susto no se quita fácilmente. No obstante, todo, incluso nuestro viejo coche, tiene arreglo. Eso es un consuelo, ¿no?
