Conversación tranquila de @jmfrancas con Ricardo Gómez Díez (@ricardogomdiez). Consultor y profesor experto en Reputación.
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JMF: Ricardo, ¿eres doctor?
Ricardo Gómez Díez: Sí, en Ciencias de la Comunicación por la Complutense con una tesis sobre Reputación.
JMF: Y, ¿tienes un máster?
Ricardo Gómez Díez: También, pero es un Máster Profesional o Ejecutivo en ESADE, no Universitario como los que están de moda por los casos recientes de varios políticos en España, desgraciadamente.
JMF: Eso te salva… ¿Regalan los títulos en España se eres Politico?
Ricardo Gómez Díez: No, pero es verdad que todos estos casos obligan a una revisión más que de la política de la universidad. No olvidemos que en Alemania entre 2011 y 2013 fue la propia universidad la que retiró los títulos en los casos de dos ministros, una eurodiputada y un diputado germanos que plagiaron. La universidad es la primera que debería defender su reputación y la de los títulos que expide.
JMF: ¿Tiene los días contados Casado por su currículum?
Ricardo Gómez Díez: Creo que es esencial que no haya sombra de duda sobre el currículo académico de nuestros principales políticos. Si las dudas persisten o aumentan sobre Casado, Sánchez tendrá la mejor excusa para eludir sus posibles responsabilidades.
JMF: A Casado entre cierta prensa y el PSOE lo tienen como acorralado… con perfil bajo…
Ricardo Gómez Díez: Si no hay nada que esconder, no acabo de entender por qué no mostrar la tesis o los trabajos. Creo que ni yo ni nadie. Es lo más importante para al menos parecer inocente, la transparencia.
JMF: Y Sanchez, ¿saldrá de esta?
Ricardo Gómez Díez: Si no aparecen pruebas más concluyentes quedará muy tocado y probablemente lo acabe de hundir lo que está haciendo o contraprogramando él mismo para no hundirse. Salvo imputación del Supremo a Casado.
JMF: La reputación de Sánchez, ¿se ha ido al traste?
Ricardo Gómez Díez: La reputación de Pedro Sánchez no es buena desde el principio: apareció como un mirlo blanco frente al zapaterismo para acabar superando al mismo. Personalmente no inspira confianza ni credibilidad y su experiencia y capacidades son puestas más que en duda. Por decirlo técnicamente, su reputación de carácter o personalidad y su reputación de competencia o capacidad son igual de malas.
JMF: ¿Tiene arreglo esto?
Ricardo Gómez Díez: Difícil, porque me temo que es algo muy de base. La reputación es la suma al final de muchas cosas, pero en la base está tu identidad, quién eres y cómo eres. Si además crees que eres Kennedy pero en realidad eres Nixon, la cosa se complica y mucho. Ser presidente (o líder de la oposición) reviste de autoridad y respeto si uno crece en relación a ese cargo. Pero si un jugador de fútbol es tramposo, podrá luego llegar a capitán del equipo, pero seguirá siendo un capitán tramposo, lo cual es peor.
JMF: La recomendación de Iglesias de que publicará su tesis fue el ‘abrazo del oso’?
Ricardo Gómez Díez: Sin duda no fue la recomendación de un amigo, porque cuanto más sabemos, peor pinta tiene. La suya sí es pública desde el principio. Al menos le dio un consejo que él siguió. Aunque quizás sus tesis son muy diferentes.
JMF: ¿Acabarán Sánchez y Casado la legislatura?
Ricardo Gómez Díez: O la acaban o la legislatura acaba con ellos, de momento ya ha acabado con un presidente y sigue viva. Empezó siendo la primera legislatura fruto de la repetición de unas elecciones y de dos intentos de investidura fallidos y por ahora ya se ha cobrado una víctima. Apostaría lo que fuese a que antes de finalizar se cobrará alguna más.
JMF: Tu que te mueves en la universidad. El affaire ‘Casado’ y el ‘Sánchez’, ¿son temas parejos?
Ricardo Gómez Díez: Hay algo de fondo en relación al problema de la endogamia en la política y en la universidad. Cualitativamente me parece más relevante lo de la tesis porque se trata de un presidente de gobierno y del máximo rango académico. Tampoco es lo mismo que te aprueben que tú copies. Las dos cosas son mentira, pero en una mienten por ti y en la otra mientes tú.
JMF: Y la universidad española ¿cómo queda?
Ricardo Gómez Díez: Creo que ha de ser la primera interesada en demostrar que si algo se ha hecho mal paguen sus responsables (rectores, decanos, catedráticos o profesores), porque en ello le va su pervivencia como institución social clave y su papel central como formadora de los mejores en una sociedad. Una universidad sin reputación es como un producto sin marca, algo prescindible, una commodity.
JMF: Gracias Ricardo, seguiremos… Un abrazo.
Ricardo Gómez Díez: Otro para ti y para tus lectores.
