Todo hace pensar que tanto Rajoy como Sánchez en su fuero interno, quieren ser presidentes. Uno, porque aún le quedan ganas, el otro, porque ahora o nunca. Motivaciones distintas para un mismo fin que hacen que lo quieran ser de distinta manera, Rajoy quiere seguir, pero no de cualquier manera, Sanchez, quiere serlo a cualquier precio.
Rajoy, que gana elección tras elección, solo necesita que llegue un momento, en este acumular cada día más votos, en que pueda investirse y, sobre todo, gobernar con la comodidad de una mayoría amplia. Para ello le basta con, sin aparecer como culpable, dejar que Sánchez, por interés personal, siga en su bloqueo.
Sánchez, sabedor de que su estrategia, buena para él y letal para el PSOE, tiene los días contados, debe aparecer como que intenta llevar al PSOE a la Moncloa, mientras pasa cuanto más tiempo posible. Si bien, en unas terceras elecciones puede revalidar el título de ser el socialista menos votado, sueñe con la posibilidad de que suene la flauta de un milagrito. Se agarra a un clavo ardiendo.
No entiendo nada. Dado que Rajoy va a más y el PSOE de Sánchez va a menos, Galicia y País Vasco pueden suponer la puntilla, ¿es posible que los barones socialistas con mando en plaza esperen el batacazo autonómico para forzar la abstención, y así ‘obligar’ a Rajoy a ser presidente con una minoría que le hará más que vulnerable? ¿Alguien me lo explica?
