Pedro Trujillo: “Felipe VI, aún es ‘desconocido’ pero en Latinoamérica hay, en general, una buena visión de la monarquía”

Conversación tranquila de @jmfrancas con Pedro Trujillo (@Perico8461). Profesor en la facultad de ciencia política y de derecho de la Universidad Francisco Marroquín  de Guatemala. Incursionó en el periodismo...
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Conversación tranquila de @jmfrancas con Pedro Trujillo (@Perico8461). Profesor en la facultad de ciencia política y de derecho de la Universidad Francisco Marroquín  de Guatemala. Incursionó en el periodismo y ahora resulta que es más periodista que profesor,  además de un migrante por amor que se quedó en el Guatemala donde descubrió a su pareja, además de gente extraordinaria y un espacio para desarrollarse profesional y humanamente.

 

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JMF: ¿Cómo ves el cambio en Latinoamérica?

Pedro Trujillo: Lento y de forma sinusoidal. Es decir, no va a la velocidad que la sociedad demanda, exige y necesita y, sobretodo, con altos y bajos que te llevan de un extremo a otro sin encontrar el punto medio de coincidencia de opiniones, necesidades, ideologías, desarrollo y otras cuestiones. Es decir, vaivenes ineficientes para el ciudadano de a pie, que reclama soluciones prontas y, especialmente, eficacia de la administración.

JMF: ¿Está alejándose del populismo?

Pedro Trujillo: En absoluto. Lo que ocurre es que se está perfeccionando el populismo. Es decir, aparece un populismo más refinado, menos dialéctico, menos altisonante, pero en el fondo no deja de ser el populismo de siempre aunque evolucionado y disfrazado. Eso ocurre después de que se rechazarán populismos más elocuentes y tradicionales como el chavista, el ahora madurista, el de Bolivia, el de Ecuador de Correa, el de Argentina de Cristina K. y otros. Lejos de cambiar, evoluciona pero con idéntica finalidad y perversión. Lo que ocurre, cada día más, es que hay gran dificultad para identificar el populismo, que se vende bajo otro disfraz y evita ser confundido con el tradicional antes citado para conseguir la aceptación en una población que no termina de distinguir uno de otro.

JMF: ¿Como ves la situación de Venezuela?

Pedro Trujillo: Difícil y muy compleja. Los organismos internacionales y la mayoría de países, han reaccionado muy tarde frente a una dictadura que se veía venir desde hace tiempo. Han permitido que se oxigene el régimen y ahora, una vez consolidado, no hay muchas alternativas de salida airosa. Es de presumir que la violencia se active nuevamente como una forma de respuesta a las presiones que, sin duda alguna, se producirán por parte de una hastía y violentada población. La lección que esto nos deja es que las dictaduras hay que confrontarlas en el ámbito internacional lo más rápido posible. Una vez consolidadas, ocurre como en Cuba o en otros países: se perpetúan en el tiempo y es prácticamente imposible el retorno inmediato a la democracia. Aprendamos que la libertad se pierde poco a poco.

JMF: ¿Nicaragua esta ahora en la misma dinámica?

Pedro Trujillo: Absolutamente. Un régimen “permitido” por la OEA y otras instancias internacionales que guardaron silencio cómplice, a cuyo frente está un violador de su hijastra que ahora deja ver el verdadero sentido de la “revolución” que ofrecieron falsamente a la ciudadanía. Otra dictadura, apoyada en su momento por Venezuela, en su afán de crear un espacio geopolítico centroamericano afín al chavismo.

JMF: Cuba, Venezuela, Nicaragua, ¿cuál viene ahora?

Pedro Trujillo: Se sostienen entre ellos. Cuba lleva un proceso “natural” de desaparición del régimen castrista; Venezuela es una expoliación del estado por grupos narco-mafiosos sin una línea ideológica que augure continuidad y Nicaragua es un régimen personalista que dependerá de la decisión de los esposos Ortega frente a la presión a que están actualmente sometidos. Es muy difícil vaticinar cuando desaparecerá realmente alguna de ellas. Quizá falte un desconocido detonante para activar el cambio que puede ser esta rebelión juvenil que actualmente se vive.

JMF: ¿Pero algún otro país peligra siguiéndolos?

Pedro Trujillo: En grados diferentes El Salvador y Guatemala. Costa Rica y Honduras tuvieron procesos electorales recientes y se separaron de esos lineamientos, al igual que Colombia y, de momento, no hay indicios más allá de diferentes suposiciones respecto de qué podrá ocurrir en México con el triunfo de López Obrador.

JMF: ¿Y es aún evitable?

Pedro Trujillo: Por supuesto que es evitable. Falta información, educación, comprensión del fenómeno y acción responsable del ciudadano. Pero es posible superar ese riesgo; es más es imprescindible para el futuro desarrollo de la región. Los populismos únicamente causan  desastres económicos y sociales que perduran por años.

JMF: ¿Cómo ves la actitud de España en Latinoamérica?

Pedro Trujillo: Positiva aunque escasa. España tiene un espacio geopolítico natural en Latinoamérica con el que puede, y debe, estrechar lazos y generar nuevos e intensos contactos y relaciones. Quizá sea el país con mayores posibilidades de contribuir en el desarrollo latinoamericano. Claro, salvando casos penosos y lamentables como la actuación en Venezuela del expresidente Zapatero o de líderes del partido Podemos. Esa acciones dañan mucho la labor noble de la cooperación española, la lucha por salir de la dictadura de sus ciudadanos y facilitan la permanencia del régimen.

JMF: ¿Cómo se ve a Felipe VI en relación al Rey Juan Carlos?

Pedro Trujillo: Creo que al Rey Emérito se le recuerda fundamentalmente por aquel: “por qué no te callas”  que profirió contra el difundo Chávez, y luego por imágenes publicadas en prensa, por todos conocidas, que cuestionaban parte de su actuar. El nuevo rey, aún es “desconocido” pero hay, en general, una buena visión de la monarquía española. España no ha dejado de ser un referente para Latinoamérica.

JMF: Y, ¿la ‘leyenda negra’?

Pedro Trujillo: Creo que ya se difuminó aunque siempre hay discursos recalcitrantes en relación con la Conquista. Sin embargo, después de más de 500 años, debería ser un tema superado.

JMF: ¿Cómo ves a Trump desde tu atalaya?

Pedro Trujillo: Trump es un populista y un mercantilista que ha tenido eco en un espacio de percepción y corrupción que no excluye a USA.

JMF: Y ¿cómo afectará a Latinoamérica?

Pedro Trujillo: De manera directa y contundente. La actual administración norteamericana mira sustancialmente hacia adentro de los Estados Unidos,  sin importarle realmente la trascendencia o el costo que pueda tener en otros países las políticas que adopta. De esa cuenta, los vecinos latinoamericanos seremos los que más suframos las consecuencias de una política muy particular adoptada por el señor Trump, especialmente la antimigratoria. Hay que agregar, además, un cierto autoritarismo e imposición que los Estados Unidos han ejercido tradicionalmente en épocas de la Guerra Fría. Las visitas del vicepresidente de los Estados Unidos, de la embajadora ante Naciones Unidas y de la Secretaria de Seguridad Nacional a muchos países latinoamericanos, es una seria advertencia de cómo “deben de hacer las cosas”, independientemente de la voluntad política que tenga cada país. Se observa, y preocupa, más que nunca la presión de la actual administración norteamericana.

JMF: ¿Hay peligro de China?

Pedro Trujillo: China es el país que más inversión,  gerencia y apoyo a ciertos gobiernos ha tenido en los últimos años en Latinoamérica. Hay que destacar el apoyo económico a Venezuela, y particularmente las inversiones hechas desde Panamá hasta Guatemala. También ha incidido en los cambios de la política exterior de Costa Rica y de Panamá, que dejaron de ser socios de Taiwán y abrieron relaciones diplomáticas con China. En el caso de Costa Rica, compraron parte de la deuda pública además de financiar la construcción del estadio del ejército por una cifra cercana los 100 millones de dólares. En el caso de Nicaragua, una inversión en torno a los 15.000 millones de dólares para la construcción de un canal que una los dos océanos. En lo que respecta a Honduras, El Salvador y Guatemala, intentos de inversión, de compras o de asociarse a ciertos grupos políticos para generar dinámicas similares a las antes indicadas y que sustancialmente consisten en romper relaciones con Taiwán y aceptar capitales chinos o empresas de dicho país que generen estrechas dinámicas comerciales o financien mega infraestructuras. De hecho, existen algunos estudios sobre la percepción norteamericana de la injerencia rusa y particularmente china en la región y de cómo se puede estar viviendo una nueva guerra fría, una nueva crisis de los misiles de Cuba, pero versión siglo XXI. Es decir la lucha por la conquista, el dominio o la preeminencia y el control en el espacio geopolítico centroamericano de las potencias tradicionales y particularmente de China.

JMF: ¿Y que pretende China con esto?

Pedro Trujillo: Tomar o ser parte del papel protagónico que tuvo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en el espacio centroamericano, en América Latina en general -El Caribe incluido- en época de la guerra fría. Contar con presencia diplomática, influencia y actividad comercial en las puertas de los Estados Unidos, más allá de los misiles que pretendió la Unión Soviética, es una estrategia geoeconómica de China para confrontar a los Estados Unidos. Es algo nuevo que no se había vivido antes, y que de alguna manera, y de ahí mi comentario anterior, nos devuelve 40 años atrás a un mundo de guerra fría, pero esta vez entre China y Estados Unidos, sin olvidar siempre la presencia Rusa.

JMF: Gracias Pedro, no te quito más tiempo, seguiremos, un abrazo.

Pedro Trujillo: Pues a la orden y muchas gracias por tan exquisita conversación.

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Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

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