Conversación tranquila con Sergio Fidalgo, director de www.elcatalan.es
Yo: Sergio, ¿Qué ha hecho el Parlament en este último pleno?
Sergio Fidalgo: Un intento de golpe de Estado, digo intento porque la desconexión de los partidos secesionistas de la realidad es tan brutal que no se dan cuenta que no tienen ni la mayoría social, ni los medios coercitivos necesarios para imponer su voluntad.
Yo: Pero han votado, ¿pura democracia según ellos?
Sergio Fidalgo: Desde el punto de vista secesionista lo que ellos hagan es democrático, aunque sea el amordazar a la oposición, ignorar los dictámenes de los letrados del Parlament, despreciar al Consejo de Garantías Estatutarias – organismo que dominan los separatistas -, retorcer el reglamento de la cámara y saltarse las leyes de un país democrático como España, miembro del más selecto club de democracias del mundo, la Unión Europea. Ellos han votado, y se sienten muy satisfechos de tener mayoría en la cámara – por cierto, sin tener la mayoría de votos dado que tienen un 48 % -, pero es una democracia al estilo CUP, o sea, a la soviética versión PCUS.
Yo: Dice Joan Tardá que es un choque de dos legitimidades.
Sergio Fidalgo: El poder legítimo, en democracia, es el que emana de las leyes democráticas. Y los secesionistas se han saltado las normas con las que todos los españoles nos hemos dotado. Hay una legitimidad que emana de la Constitución y una acción bárbara y antidemocrática, que es el intento de crear, a las bravas, una fantasmagórica República Catalana. Lo suyo no es «legitimidad», es la negación de la democracia.
Yo: Quien manda ahora en Catalunya?
Sergio Fidalgo: Mientras los tribunales no resuelvan las responsabilidades penales derivadas de la acción delictiva de los grupos secesionistas siguen mandando Junts pel Sí y ERC, que siguen instalados en el poder autonómico y en buena parte del local. Mientras el Gobierno de España no aplique los mecanismos de los que dispone para restaurar la legalidad violada, sigue mandando Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Si se refiere a un «quien manda» en sentido político, manda la CUP, que ha sabido imponer su agenda rupturista y ha arrastrado a un partido de raíz conservador como la ex Convergencia a situarse fuera de la ley.
Yo: ¿Qué pasará el 11?
Sergio Fidalgo: Que los separatistas sacarán a las calles de Barcelona varios centenares de miles de catalanes y multiplicarán por dos la cifra real de los que vayan, para dar la sensación que hay un clamor ciudadano para celebrar el 1 de octubre.
Yo: Y de aquí al 1 octubre, ¿más de lo mismo?
Sergio Fidalgo: Ellos saben que el día 2 de octubre no habrá «República catalana», lo que intentan es tensar a sus partidarios, que estaban desanimados ante la falta de resultados prácticos después de cinco años de proceso secesionistas. Intentan mantener prietas las filas ante la batalla que sí será definitiva, las próximas elecciones autonómicas en las que se dirimirán dos temas clave. Primero, si los separatistas mantienen la mayoría en la cámara. Segundo, si se produce el ‘sorpasso’ de Esquerra y sobrepasa a los herederos de Convergència y se convierte en el nuevo partido central de la política catalana.
Yo: Si Esquerra pasa a ser el partido central, ¿no será igual o peor que ahora?
Sergio Fidalgo: Peor que ahora es imposible. Puigdemont podría militar perfectamente en la CUP.
Yo: Habrá referéndum?
Sergio Fidalgo: Desde luego no habrá un referéndum vinculante, puede haber una reedición del 9N, que es lo que intentarán. Espero que la Justicia, con proporcionalidad, pero con firmeza, haga su trabajo y no lo permita.
Yo: Ojalá se quede solo en eso, un paripé de consulta.
