Lecciones de repostería casera para los más pequeños

Enseñar a los niños a elaborar repostería es una buena manera de estimular su creatividad, hacerlos responsables de sus propias creaciones, y tal vez despertar en ellos el gusanillo...
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Enseñar a los niños a elaborar repostería es una buena manera de estimular su creatividad, hacerlos responsables de sus propias creaciones, y tal vez despertar en ellos el gusanillo de una bonita manera de ganarse la vida. También podemos conseguir así que asuman responsabilidades en el ámbito de las tareas domésticas; es decir, que aprendan a cocinar, pero también a limpiar y a fregar. Por esa razón también es buena idea que de cuando en cuando, como padres y madres, llevemos a los niños a una pastelería industrial de Madrid para enseñarles los distintos tipos de dulces y pasteles que se pueden hacer y disfrutar.

Luego, en casa, podemos intentar hacer esas mismas tartas de cumpleaños cubiertas de fondant, o esas elaboradas galletas con formas divertidas y originales, como la cara de personajes de dibujos animados muy famosos, o simplemente corazones y estrellas. Las fábricas de pastelería son, en esencia, una buena fuente de ideas para los más pequeños si realmente acaban teniendo ganas de probar a hacer sus propias creaciones caseras de repostería, y por lo tanto un buen lugar en el que obtener inspiración. Al fin y al cabo, el trabajo de los reposteros y de las reposteras es digno de admiración, ya que suele ser la rama más complicada de la gastronomía.

También podemos aprovechar fechas del año especiales para despertar ese gusanillo de la creación repostera en nuestros hijos e hijas. Ir a comprar el roscón de Reyes es una actividad tradicional muy bonita, y podemos en efecto comprar uno tanto en un centro comercial cualquiera como en una tienda de repostería artesanal. Pero también podemos probar a crear con los niños un roscón casero. Sería mucho más bonito, primero, porque sería un roscón único y familiar; y segundo, porque los niños pueden divertirse haciendo la masa, poniendo la nata y la fruta escarchada, y escogiendo los regalos que irán en el interior.

Por todos estos bonitos, la repostería casera es una actividad muy apropiada para los más pequeños, puesto que se trata de un trabajo que les permite crecer y divertirse en todos los aspectos.

 

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