LAS CLOACAS DE LA SEXTA

En España la crítica a los Medios de Comunicación está inédita. Rajoy ha utilizado sus sermones del miedo para que los españoles presos del pánico hayan votado moderación, huyendo...
LAS CLOACAS

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En España la crítica a los Medios de Comunicación está inédita. Rajoy ha utilizado sus sermones del miedo para que los españoles presos del pánico hayan votado moderación, huyendo de los extremismos. Esta estrategia es una falacia cuando en realidad se oculta que los españoles han votado corrupción.  Han votado a un Partido Popular corrompido y ladrón y a su líder, tachado de indecente en público. Si el PSOE de Pedro Sánchez no hubiera tenido ningún caso de corrupción en su historia, no se hubiera retractado de poner en duda la decencia del presidente. Muchos españoles nos alegramos de que le llamara indecente y aún seguimos pensando lo mismo. Si las sumas ingentes de dinero de la corrupción del Partido Popular, hubieran quedado en donde debían permanecer, los recortes en España apenas si se hubieran percibido. Es vergonzoso que los medios no denuncien que Rajoy es indigno de permanecer como presidente del gobierno. En este caso por decencia lo escribo en minúsculas.

In illo tempore, en España todo trascurría con aparente normalidad hasta que irrumpió en el mapa político y social, PODEMOS, como resultado del Movimiento 15-M. Los padres de la Santa Transición se habían constituido como una élite poseedora de todas las virtudes, sin atisbo de error o pecado. La Casta había dejado impune, nada más y nada menos, que uno de los genocidios mayores que hayan tenido  lugar en la Europa del siglo XX.

Los Medios de Comunicación tomaron parte del consenso de la Transición, y desde entonces conviven en perfecta armonía, con los poderes políticos y los poderes económicos; constituyendo un mismo grupo de presión auténticamente mediático. La independencia necesaria para que la verdad informativa fluya, brilló y aún brilla por su ausencia. Y como consecuencia de esta dependencia servil se instaló entre ellos el corporativismo. La prensa silenció la corrupción del Gobierno por acción u omisión, de la Banca  y de los Caciques. La ausencia de crítica a los otros medios les convirtió en cómplices, y por supuesto la autocrítica siempre estuvo descartada. En la España democrática los tres Poderes del Estado y el llamado Cuarto Poder, lejos de ser independientes sufren una contaminación perversa y cómplice. Y además se han instalado en la vida de la mentira. En la gran farsa de la transición.

Esta situación idílica no era percibida de igual forma por aquellos españoles que, hartos de injusticia, paro, hambre, pobreza, desigualdad y desahucios, llenaron plazas y calles al grito de: ¡QUE NO! ¡QUE NO NOS REPRESENTAN! y ¡DEMOCRACIA REAL, YA! El pueblo estaba ahíto de tanta mansedumbre y adulación entre los políticos y la prensa escrita y audiovisual. Los salvadores del Régimen del 78, es decir La Casta dominante, políticos y medios de comunicación, no estaban conformes con que se molestara a los transeúntes que venían a comprar a las zonas donde se habían instalado los campamentos reivindicativos. Se les increpaba para que se constituyeran en fuerza política legal y acudieran a las urnas. Y así lo hicieron. El Movimiento 15-M se materializó en la coalición UNIDOS PODEMOS.

¿Cuál fue la reacción de La Casta, es decir, los partidos políticos clásicos y los medios de comunicación? Pues han montado una gran farsa a modo de un Fuenteovejuna Nacional. ¡Todos contra Podemos! Los partidos y los medios no estaban preparados para asimilar la nueva situación, ni voluntad para responder al reto del siglo XXI; quedándose anclados en la Santa Transición y en el testamento del dictador que se resumía en: ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE. Los directores de los medios, los periodistas y los tertulianos han hecho y hacen ostentación de lo más rancio de la nada modélica transición. Se han limitado a etiquetar a Podemos de: populistas, extremistas, comunistas, radicales, bolcheviques, antisistema y de extrema izquierda. Sin embargo, La Casta se ha reservado los epítetos de: moderados, constitucionalistas, centristas, socialdemócratas, defensores de la unidad de la única nación, la española, y reformistas.

Los canales de televisión son los escenarios donde los apasionados y defensores de la Santa Transición, han demostrado de lo que son capaces de hacer para defender su parcela de poder y su influencia, frente a los invasores de lo que ellos creen que es de su propiedad, la unidad de España . Para La Casta nuestro país es un auténtico botín de guerra y lo defienden como los herederos legítimos de los que ganaron la Guerra Civil, implantaron la Dictadura y tutelaron la Transición.  Partes de un todo constituido por: Rajoy y el último de los gobiernos franquistas que los demócratas estamos soportando, el Capital, la Patronal, los Caciques, la Iglesia, la Troika y la Comisión Europea. A los estamentos nombrados, hay que mencionar al corrompido  Partido Popular y a los nada respetables votantes de la corrupción, que declaran que mientras quede uno solo de los militantes del PP sin corromper, seguirán votando al PP, es decir a la corrupción.

A estas alturas del presente artículo, el lector se preguntará el porqué de la mención de LA SEXTA, incluida en el título de esta columna. Pues de toda la parrilla de la programación en España, LA SEXTA, ha pretendido que no logrado, ser el medio más independiente, libre y sobre todo respetuoso con el derecho a la información. Se pueden enumerar programas que sí gozan de estas premisas: Salvados, El Intermedio, La Sexta Columna y La Sexta Noticias. Sin duda su independencia y neutralidad marca distancias con el resto a escala nacional.

¿Cuál es la valoración que yo realizo de: AL ROJO VIVO, MÁS VALE TARDE,  LA SEXTA NOCHE y EL OBJETIVO? Pues percibo que la dirección del grupo ATRESMEDIA, ha marcado una raya roja y ha impuesto a los directores de estos espacios la presencia y participación de ciertos periodistas, tertulianos, economistas e invitados, para que equilibren la deriva hacia la izquierda del resto de la programación. El tándem Ferreras-Pastor controla AL ROJO  VIVO y EL OBJETIVO. El primero alterna una de cal y otra de arena, aquello que él denomina más periodismo suele ser menos periodismo, cuando incluye a ciertos impostores del periodismo. Y la segunda usa y abusa de la maldita hemeroteca, atribuyendo a las imágenes congeladas en el tiempo, carácter permanente no sujetas al devenir de los acontecimientos y sobre todo sus entrevistas son tribunales inquisitoriales.  MÁS VALE TARDE, es un programa muy flojo y apenas relevante como novedades y como reflexiones, donde la presentadora no da para más… LA SEXTA NOCHE, sin embargo,  funciona como oveja sin pastor, porque Iñaki López, ni dirige, ni controla, ni modera. La amplia plantilla de voceros y boceras del reino, se trasladan de plató en plató, para cumplir su misión de intoxicación contra todo lo que sea crítica al bipartidismo, a la unidad de España y machacar hasta su destrucción a la coalición UNIDOS PODEMOS. No seré yo quien mencione en este breve ensayo nombres y apellidos, porque ya les he dedicado artículos monográficos trasladando todas y cada una de mis valoraciones. Siempre con distancia profesional y salvando el respeto a la persona.

En estos programas rayando en la telebasura, se observa que abundan los impostores del periodismo y los tertulianos poco informados, nada especialistas pero muy tendenciosos, además hay que añadir el desequilibrio que hay entre los pagados para destruir a Podemos y las opiniones que podrían dar luz contrastada con un periodismo con rasgos de independencia al servicio de la verdad. Pero donde más brillan con luz propia estos impostores de la información es en las formas, ausentes de educación y de saber estar, faltando al respeto a los telespectadores. Los responsables que mantienen en sus equipos a estos ejemplares de la impostura, son los primeros que se desprestigian por ser lacayos de la cultura franquista y neoliberal reinantes.

En la Transición nadie dudaba de que la prensa fuera decisiva, pero la Transición concluyó  con la dimisión de Suárez, y desde entonces los medios no saben cumplir otra misión que servir a un bipartidismo que, gracias al 15-M, ya no existe. Los medios han prohibido decir que los españoles han votado conscientemente a la corrupción, como los británicos han votado a sabiendas que querían salir de la Unión Europea votando sí en el Brexit. También los medios han impuesto hablar de Venezuela para atacar a Podemos y están ocultando a los españoles la revolución que se cierne sobre la República  Francesa, por la reforma laboral de nombre socialista. 

Es mi voluntad divulgar este trabajo a través de todos los medios a mi alcance en Internet. Hay que ser feroces a la hora de criticar a los medios porque no hay nadie que les critique. Aunque con muchos años de retraso y de impunidad.

 

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EspañaPeriodista

Periodista y amante del relato corto y del ensayo. Como escribía Unamuno: "Mi religión es buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad" Condeno con todas mis fuerzas el genocidio franquista desde 1936 a 1975.

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