EL PALACIO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
¡Que la bandera ondee a media asta y con un crespón negro!
El día de la Constitución Española, los políticos de La Casta, rinden homenaje a una Carta Magna fosilizada. Las políticas represivas y de recortes han convertido los derechos constitucionales en crímenes legales. Ante la pasividad cómplice del Tribunal Constitucional, también corrompido como miembro fehaciente de la conducta inmoral imperante. Donde lo legal no tiene por qué ser lo justo y mucho menos lo legítimo.
Es preciso reivindicar que durante estos 38 años de recorrido democrático, los derechos reconocidos por la Constitución Española han sido desarrollados a través de las legislaturas de UCD (Unión del Centro Democrático) y PSOE (Partido Socialista Obrero Español), con la colaboración de otras formaciones minoritarias, nacionalistas o no nacionalistas. La Alianza Popular asociación netamente franquista con sus legítimas raíces en la dictadura y el Partido Popular que agrupó con otras siglas a los mismos franquistas, lejos de apoyar los preceptos de nuestra Carta Magna, la han fosilizado. Es triste pero objetivamente cierto, aunque me gustaría que alguien me sacara de mi error en el caso de estar equivocado.
La Unión Europea cual ave carroñera, a través del más inmoral y cruel capitalismo, ha eliminado de su hoja de ruta la Europa de los Ciudadanos y ha consagrado la Europa de los Mercaderes. En España la derecha franquista ha aprovechado las perversas directrices de la UE para implantar su política sin piedad. A pesar de que las criminales directrices del Partido Popular han sido tomadas bajo la escusa hipócrita de imposición de Europa, la responsabilidad recae en quien las aplica.
¿Quiénes forman el gobierno de coalición que aplica los sangrientos recortes, causante de estos crímenes? Pues la respuesta es simple: Los banqueros, los grandes empresarios, los caciques, los medios de comunicación, los franquistas del PP y los obispos. Sin olvidar la gran traición que Zapatero cometió cuando recibió presiones de Europa, inadmisible atentando a la soberanía nacional. Ante esta agresión, en lugar de informar al pueblo y presentar su dimisión, creyó ¡craso error! que salvaría a España reformando la Constitución a favor de los mercados y en detrimento de sus conciudadanos. Esto es lo que ahora se le viene llamando La Casta, que cuanto más se niega la pertenencia a ella, más se delatan ellos mismos. En estos días Pedro Sánchez está tratando de rectificar el error cometido. Una reforma constitucional hecha con nocturnidad y alevosía manifiesto atentado al pueblo español. Esto le honra al exlíder de la oposición pero el mal ya está hecho. Y la amenaza de que vuelvan los pactos con el Partido Popular sigue en vigor.