JUAN CARLOS I EL CAMPECHANO

EL REY EMÉRITO HEMEROTECA El año 2018 ha sido un año horrible para la familia real española: el cuñado del rey fue encarcelado acusado de fraude, blanqueo de capitales...
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EL CAMPECHANO

EL REY EMÉRITO

HEMEROTECA

El año 2018 ha sido un año horrible para la familia real española: el cuñado del rey fue encarcelado acusado de fraude, blanqueo de capitales y falsificación documental, el rey Juan Carlos se vio obligado a abdicar a causa de escandalosas revelaciones sobre su vida ostentosa y financiada por los contribuyentes españoles, Se hicieron públicas graves desavenencias entre la reina Letizia y la ex-reina Sofía. Parece que el año 2019 no será mejor. De nuevo, la atención se centra en Juan Carlos I, que abdicó hace cuatro años. Un largometraje difunde ampliamente sus aventuras y escándalos. También su hijo, Felipe VI, que le sucedió en el trono, ha sido protagonista de algunas obras artísticas que han dado mucho que hablar en el mundo del arte, pero no de una manera demasiado agradable para la casa real. Las obras que le han sido dedicadas pueden incluirse en la categoría de lo satírico y grotesco.

El pasado mes de noviembre, la Familia Real se vio obligada a aceptar que la película “El Rey” se estrenase en el Festival del Cine de Sevilla con gran éxito de público. Se trata de la versión cinematográfica de la obra teatral del conocido actor Alberto San Juan, financiada mediante “crowdfunding” y que se había estrenado dos años antes. San Juan, cercano a grupos de izquierda antimonárquica, ha conservado el formato de la obra teatral. La única escena muestra a un anciano Juan Carlos, sólo, en la oscuridad, iluminado por un solo foco, sentado en su trono y perseguido por los fantasmas de su pasado.

Durante casi cuatro décadas fue Rey de España, pero al final de su vida se da cuenta que no queda nada de lo que ambicionaba. Es un anciano enfermo y solitario con la reputación arruinada. Su esposa Sofía, bisnieta del último emperador alemán, que le ha apoyado con férrea disciplina durante todos estos años, no vive con él. Sofía ha tenido que soportar todos los escándalos con sus amantes siempre y cuando quedasen como un secreto de la Corte. Pero cuando Juan Carlos, acompañado de su amante alemana, mató a un elefante durante un safari de lujo en pleno apogeo de la grave crisis económica de 2012, la prensa española, que hasta entonces había mantenido un reverencial respeto hacia la casa real, comenzó a publicar informaciones muy críticas sobre su “vida secreta”.

Como no quería dejar a su amante, se vio obligado a abdicar. Sin embargo, la “engañada” Sofía es hoy uno de los miembros más populares de la familia real, hecho que algunos comentaristas interpretan como la evidencia del fin de la cultura machista española, que Don Juan Carlos siempre consideró como un modelo a seguir. Mientras tanto, se han publicado varias biografías de Juan Carlos, y ninguna de ellas precisamente elogiosa.

Pocas veces ha habido un momento tan embarazoso para el rey como en la feria de arte de Madrid.

La Casa Real española debió sentir cierto alivio al saber que la película “El Rey” había tenido un papel secundario en a la apertura del Festival de Cine de Sevilla, y que se proyectase en pocas salas. Sin embargo, cuando saltó la noticia, según el portal de Internet español Filmin, fue la película más descargada durante los dos primeros meses de 2019, hecho que avivó la polémica sobre el reinado de Juan Carlos I, un monarca, que, tal como muestra la película, apenas se interesaba por el bienestar de los ciudadanos de su país y estaba involucrado en varios negocios sucios. “El Rey” también da un fuerte impulso a otro debate que la Casa Real quiere evitar: la monarquía española es un legado de la dictadura franquista.

El dictador aparece en la película como una caricatura grotesca, con gafas de sol y haciendo continuos reproches a su sucesor con su curiosa voz aflautada. En su testamento, el cruel y despiadado Franco, que aplastó a la República española por medio de una guerra civil, estipuló que el rey Juan Carlos fuera su sucesor. Con el actual conflicto con los independentistas catalanes, que luchan por una república soberana, el tema ha adquirido una especial relevancia. Incluso en Madrid, sectores vinculados a la izquierda, levantan con fuerza su voz para exigir que se reinstaure de nuevo la República.

Felipe VI, que carece del temperamento, la jovialidad y el ingenio rústico de su padre, parece impotente ante la “ola de falta de respeto” hacia su persona, tal como se quejaba uno de los comentaristas del periódico tradicionalmente monárquico ABC. El rey apenas aparece en los medios de comunicación después que una campaña de relaciones públicas organizada por la Casa Real durante el año pasado se mostrase completamente ineficaz. Una de las piezas clave de la campaña eran unas imágenes de la familia real que se emitieron por televisión, en ellas intentaban retratarles como una familia como “la de al lado”, sopa en el almuerzo y la habitual preocupación por las notas escolares de sus hijos. Algunos comentaristas se preguntaron irónicamente por qué el país debía mantener a un rey, si no era más que un ciudadano como los demás. Otros consideraron que las imágenes eran una manipulación, ya que no se mostraba a ninguno de los numerosos sirvientes que posee esta “familia normal”. La extravagante idea de Felipe VI de conceder a la princesa heredera Eleonor, de tan sólo doce años de edad, una de las más altas condecoraciones de mérito del país, para celebrar su 50º aniversario acabó de demostrar lo lejos que está del pueblo. Por lo que respecta a los méritos, ni siquiera el tribunal que concede la distinción supo dar una respuesta.

Hasta ahora, la Casa Real ha contado con el apoyo de los grandes partidos que defienden la Constitución para bendecir las jugosas partidas presupuestarias que se destinan al mantenimiento de la Casa Real. El presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, incluso se jactaba de tener una “íntima amistad” con Felipe. Sin embargo, últimamente ha tenido algunos detalles que pueden hacer dudar de su lealtad al rey, al menos en el ámbito cultural. Sánchez visitó la tumba de Antonio Machado en Collioure, en el sur de Francia. Su tumba está cubierta con la bandera tricolor de los republicanos. Machado luchó por la República y se vio obligado a exiliarse debido a la persecución de los secuaces de Franco.

En la Feria de Arte ARCO en Madrid, a la que asistió junto a su esposa Letizia a principios de marzo, Felipe tuvo una sorpresa desagradable. En un lugar prominente se había instalado un muñeco de cuatro metros de alto que le representaba a él. Los artistas Santiago Sierra y Eugenio Merino llamaron a esta obra “Ninot”, los muñecos gigantes que tradicionalmente se queman en las Fallas de Valencia. Santiago Sierra ya fue noticia en la anterior edición de ARCO cuando expuso fotografías de independentistas catalanes encarcelados en una serie titulada “Presos políticos”. Por su parte, Merino había denunciado recientemente la complicidad de algunas instituciones con la dictadura, con un muñeco de Franco guardado en una nevera. En el caso del muñeco gigante de Felipe, la peculiaridad es la condición impuesta por los artistas a los potenciales compradores. La obra, valorada en 200.000 euros, debe ser quemada una vez hayan transcurrido doce meses después de la compra, al igual que los “Ninots” de Valencia. Los medios de comunicación españoles consideraron este hecho un ataque simbólico a la Constitución, que establece la monarquía como forma de gobierno.

La artista finlandesa RiiKo Sakkinen, fundadora del movimiento artístico-satírico “Turbo-Realismo” y que vive en un pueblo cerca de Toledo, no se quiso quedar atrás. Creó un cartel con el título “Nuestros reyes favoritos”, donde se muestra a Felipe VI con uniforme de almirante y los brazos cruzados. También incluyó a los Reyes Magos, el Rey León, Tyrannus Rex, Larry King, B.B. King, Nat King Cole, The King of Pop y algunos más. Al final de la serie, están los mundialmente famosos King Kong y Burger King.Traducción: Xavier Domènech

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Periodista y amante del relato corto y del ensayo. Como escribía Unamuno: "Mi religión es buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad" Condeno con todas mis fuerzas el genocidio franquista desde 1936 a 1975.

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