Conversación tranquila de @jmfrancas con Josep Maria Castellà: Profesor titular de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona, autor del libro de reciente publicación «Estado autonómico: pluralismo e integración constitucional». Miembro de la Comisión de Venecia.
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JMF: ¿Qué es la Comisión de Venecia?
Josep Maria Castellà: Es un órgano consultivo del Consejo de Europa en temas de Estado de derecho y democracia. Lo forman dos expertos de 61 Estados, no solo de Europa sino también de los demás continentes.
JMF: Y, ¿qué tuvo que ver con el referéndum de independencia? Entonces se habló mucho de ella.
Josep Maria Castellà: Se habló aquí porque Puigdemont escribió al Presidente de la Comisión de Venecia y porque se decía que el referéndum cumplía con los estándares europeos fijados por dicha Comisión. En Venecia no lo hemos tratado en ninguna opinión o dictamen específico. Hubo la carta de respuesta del presidente de la Comisión a Puigdemont en la que se recordaba que la Comisión de Venecia persigue la democracia a través del Derecho. En mi opinión, el referéndum del 1 de octubre no cumplía con las garantías que ha de tener un referéndum, ni en lo que respecta al principio democrático ni en el de Estado de derecho. Como dijo la Comisión respecto a Montenegro y Crimea, casos que sí trató, la secesión es una de las decisiones más importantes en la vida de una comunidad política, por lo que no puede aprobarse con una mayoría cualquiera.
JMF: ¿No hubo por tanto dictamen de la Comisión de Venecia?
Josep Maria Castellà: Sobre el caso catalán no. Lo que sí llegó a la Comisión de Venecia y hubo dictamen fue la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de 2015 que prevé medidas para ejecutar las sentencias en caso de incumplimiento por parte de autoridades y particulares. Justamente es la ley que se aplicó dos veces antes del 1 de octubre, imponiendo multas coercitivas a determinados cargos y miembros de la Sindicatura electoral que intervenían en el proceso referendario.
JMF: Pues se apeló por uno y otros a la citada Comisión, nos engañan como chinos. De la misma manera que se ha hablado de un ‘requerimiento’ de la ONU sobre los llamados presos ‘políticos’…
Josep Maria Castellà: La doctrina de la Comisión sobre los referendos en general y sobre los referendos de secesión en particular es clara. Basta leer los dictámenes, que están publicados en inglés y francés.
JMF: Y ¿cuál es en líneas generales?
Josep Maria Castellà: Los referendos son complementarios de la democracia representativa, no su alternativa. Y solo se pueden llevar a cabo en los Estados cuyos ordenamientos jurídicos los prevén y en la forma en que los prevén. Y respecto a los de secesión, se pide además extremar las garantías: han de ser pactados con la oposición, se debe velar por la neutralidad de los medios públicos de comunicación y de la Administración. La supervisión ha de estar en manos de órganos de garantía supra partes. Y las mayorías para la aprobación no pueden ser las que sirven para aprobar una ley o decisión ordinaria.
JMF: Cuando el separatismo afirma que en España se puede hacer hoy un referendum de autodeterminación, ¿miente?
Josep Maria Castellà: En la Constitución no está previsto dicho referéndum. Se habla de utilizar el referéndum consultivo para ello pero se trata de una interpretación forzada de la norma: dicho referéndum está previsto para decisiones de relevancia política pero no abarca aquellas de carácter constitucional. Para ello hay que seguir los procedimientos de reforma constitucional, que prevén el referéndum al final del proceso, para ratificar la reforma, y con el voto de todos los españoles.
JMF: En tu libro: «Estado autonómico: pluralismo e integración constitucional», ¿qué propones?
Josep Maria Castellà: Primero paso revista a lo que han sido los casi cuarenta años de autonomías en España y cómo el Estado autonómico ha ido reformándose a través de los Estatutos, las leyes y la doctrina del Tribunal Constitucional. Es decir, por acuerdos políticos amplios e interpretación judicial. Es verdad que hay cuestiones que merecerían replantearse y hay que debatir sobre ellas en las Cortes, pero en este momento la reforma no me parece necesaria ni conveniente. Hay que distinguir la situación general del Estado autonómico, ahora de impasse, y la crisis catalana. Esta última difícilmente se encauzará hoy por hoy con una reforma constitucional. Los secesionistas quieren irse de España y negociar el cómo hacerlo. La reforma sería para ver cómo se mejora el Estado. Falta primero cumplir la ley. Y caben reformas legales sin tocar la Constitución: la financiación por ejemplo. Y sobre todo ofrecer a todos los españoles, catalanes incluidos, un proyecto político de vida en común ilusionante. Esto se puede conseguir con o sin la reforma constitucional.
JMF: ¿Más proyecto ilusionante que abrir el melón constitucional entonces?
Josep Maria Castellà: Creo que sí. Proyecto integrador e ilusionante para la comunidad política lo fue la Transición, también el ingreso en la hoy Unión Europea o en el euro, o 1992 con los juegos de Barcelona y la exposición de Sevilla. Abrir la reforma tiene sentido si sirve para mejorar el proyecto de organización política, pero en este caso seguramente habría que tener en cuenta otros aspectos distintos del territorial: la regeneración democrática, por ejemplo.
JMF: En nuevo gobierno de España es partidario de la reforma constitucional y en concreto de ir a un estado federal, ¿resolvería algo esto?
Josep Maria Castellà: Me parece que la cuestión de la reforma federal es más semántica que otra cosa. España es un Estado compuesto o descentralizado, equiparable a los mejores federalismos. Estados federales los hay de muy diverso tipo y es engañoso decir que con un Estado federal habría más autonomía. A lo mejor sí pero a lo mejor no. Otra cosa es que haya técnicas del federalismo que puedan ser útiles aquí. Lo esencial no es la reforma de las normas, sino de la cultura política: el federalismo necesita cooperación interterritorial y lealtad entre las distintas autoridades.
JMF: ¿Ves reversible el ‘procés’?
Josep Maria Castellà: Si no se adoptan medidas para que no se repita, me temo que se volverá a las andadas.
JMF: ¿Medidas como cuáles?
Josep Maria Castellà: El procés ha sido posible porque el Estado ha hecho dejación de sus funciones en Cataluña durante mucho tiempo. Si escuchamos las demandas de los secesionistas tenemos una buena guía de lo que no hay que hacer: ya hemos visto lo ocurrido con la educación o la seguridad. El concierto económico dejaría la hacienda en manos de la Generalitat. Y con un poder judicial propio podemos imaginar qué hubiese ocurrido. Por tanto hay que ver cómo se ha llegado hasta aquí y corregir. Para ello se requiere voluntad política.
JMF: Gracias Josep Maria, lo de ‘voluntad política’, lo comparto pero no la veo, un abrazo y hasta pronto.
Josep Maria Castellà: Abrazo, gracias a ti.
