Conversación tranquila de @jmfrancas con Irune Ariño (@irunearino). Directora Regional de Students For Liberty para España y Portugal (@SFLSpain) y casi politóloga, pues se gradúa el próximo 7 de julio.
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JMF: ¿Qué es Students For Liberty?
Irune Ariño: Es la mayor red de estudiantes liberales del mundo.
JMF: ¿Estudiantes liberales? Existen…
Irune Ariño: Eso parece jajaja, somos pocos, todavía, pero en España puedo decir que tenemos algo más de 500 miembros y 20 grupos. Yo creo que algunos estudiantes nos hemos dado cuenta de que las Universidades están secuestradas por la izquierda y que el socialismo es la ideología predominante entre los jóvenes, y algunos no nos sentimos cómodos con esa etiqueta, por lo que decidimos buscar alternativas y descubrimos SFL.
JMF: Defíneme por favor que es un ‘estudiante liberal’, suena a fiestero…
Irune Ariño: Siempre he pensado que el liberalismo no es tanto una ideología como una forma de vida. Creo que el estudiante liberal es aquél inconformista, contrario a la homogeneización que se pretende a través de la educación formal y estatalizada, tolerante con lo que piensan los demás, que quiere vivir en paz, según sus propios principios y no cree que merezca ayuda solo por el mero hecho de existir. Básicamente alguien que cree que los demás son un fin en sí mismo y no un medio para la consecución de los fines de otros.
JMF: ¿No es una ideología?
Irune Ariño: Sí, claro que lo es. Al fin y al cabo los que nos definimos liberales estudiamos y desarrollamos las ideas de la libertad. Pero me refiero a que creo que debe ir más allá. Uno no puede pensar que la tolerancia o el emprendimiento son buenos y no practicarlos. No sé si me explico. Pero tampoco pretendo repartir carnés.
JMF: ¿Pero tendréis, como organización, algo más en común que no ser socialista?
Irune Ariño: Claro. Aunque somos una organización big tent y tenemos en nuestras filas a gente más moderada (socio-liberales) y gente más radical (anarcocapitalistas), creemos que la libertad tiene valor en sí misma, no solo por sus consecuencias, y por lo tanto debemos protegerla. Pero con los pocos que somos, creo que la idea de SFL de aglutinar a estudiantes que más o menos defienden una misma cosa, más allá de pequeños matices, es muy necesaria.
JMF: Me cuesta entender que la política europea de hecho se divide en socialistas y democristianos, ¿qué pasa con los liberales?
Irune Ariño: En primer lugar, yo creo que esa división viene un poco por la tradicional división que surge de la Revolución Francesa, entre izquierda y derecha, que al final ha ido tendiendo más bien a una especie de consenso que algunos llaman el consenso socialdemócrata, y eso es un pacto entre la izquierda y la derecha para crear los Estados del bienestar. Los liberales se oponen a ese Estado del bienestar, al menos a como lo plantea la socialdemocracia. Los partidos liberales en Europa suelen ser residuales o se han fusionado con los democristianos o conservadores (como es el caso de Inglaterra, por ejemplo).
JMF: Algún amigo mío liberal me dice que el problema está en qué hay tantos sensibilidades liberales como liberales sueltos.
Irune Ariño: Ese es el gran problema. Algunos se han creído tanto lo del individualismo metodológico que precisamente no se han dado cuenta que precisamente es ese individualismo el que nos lleva, o nos debería llevar a cooperar para conseguir nuestros objetivos. Pero que te voy a decir yo si soy abstencionista. Como te decía antes, con lo pocos que somos y encima cada uno de su padre y de su madre. Hay muchas sensibilidades y la mayoría prefieren simplemente que los dejen en paz que aunar esfuerzos en pro de «la causa”.
JMF: ¿Abstencionista?
Irune Ariño: Total y convencida. No voto. Es más, votar no sirve de nada. Nuestro voto vale tan poco que el coste de informarse e ir a votar es demasiado elevado y algunos no estamos dispuestos a gastar nuestro tiempo en ir a votar cuando sabemos, que ya no es que no vaya a ser decisivo, sino que en realidad no vale prácticamente nada.
JMF: Razóname esto, por favor…
Irune Ariño: Yo creo que desde organizaciones de la sociedad civil hacemos mucho más trabajo.
JMF: Yo abogo por la sociedad civil, pero no nos engañemos, los políticos o la manipulan o la ningunean…
Irune Ariño: Total y absolutamente. En cuanto a la participación política formal. Hay varias estrategias y yo no acabo de saber por cual inclinarme. Hay quien dice que lo que hay que hacer es crear un partido liberal y aglutinar al mayor número de sensibilidades posibles dentro del movimiento para ganar las elecciones (estrategia P-LIB) y hay quien dice que es mejor meterse en partidos como Ciudadanos o PP para intentar hacerles virar hacía una política más liberal. Ya te digo que yo creo que tenemos un trabajo mucho más grande para convencer a la sociedad civil antes que presentarnos a ningunas elecciones. El liberal, por regla general, suele ser más bien abstencionista. Así que habrá que convencerlo de otra manera y quizás las urnas no sean la forma más inteligente y efectiva de hacerlo.
JMF: Entonces, ¿cual sería la efectiva?
Irune Ariño: Además de que partidos como el PP históricamente, o Ciudadanos ahora, se intentan apoderar del término y eso también es un problema. En SFL hablamos de la teoría del cambio social, basada en la estructura productiva que define Hayek. Yo creo que no podemos empezar la casa por el tejado. Igual que la producción de bienes tiene una estructura, la de ideas también. No podemos pretender que una idea sea popular cuando los bienes primarios no están. Para eso creo que es importante convencer a la opinión pública. Una vez gran parte de la opinión pública esté «de nuestro lado», podremos pensar en los bienes últimos, que es montar partidos y ganar elecciones.
JMF: Quizás no sea mala estrategia impregnar de liberalismo los partidos no socialistas…
Irune Ariño: No sé si es la mejor estrategia impregnar de liberalismo a los partidos nos socialistas, porque ya se ha intentado. ¿Y qué conseguimos? ¿bajar algún impuesto, alguna tímida reforma laboral? Son parches, no reformas sustanciales. Al final en esos partidos somos también residuales.
JMF: ¿Dedicáis esfuerzo a la formación?
Irune Ariño: En SFL es de lo que más hacemos. Formar no solo a nuestros miembros si no a todo aquél que quiere acercarse a nosotros. Siempre de forma gratuita y con el diálogo y la discusión de ideas por bandera. Intentamos no ser endogámicos y organizar debates con puntos de vista diferentes.
JMF: Tú estás en Gerona, ¿cómo vive el ‘procés’ una liberal?
Irune Ariño: Es difícil. Yo vivo aquí pero no soy de aquí. Nací en Zaragoza aunque nos mudamos a Cataluña cuando tenía 4 años. Girona es otro mundo aparte. Lo que más me impactó cuando llegué fue que en el colegio los niños me preguntaban que si era catalana o «castellana». Y no lo entendía, yo era aragonesa. Tampoco entendía la necesidad de un niño de 5 años de preguntar ese tipo de cosas. Es sintomático. Desarrollé una pronta aversión al nacionalismo y tuve problemas con algunos profesores míos. Recuerdo uno de Geografía que en 4º de la ESO me decía que el Aneto era la montaña más alta de Cataluña. Luego le tocó a mi hermano. A él directamente le pusieron la película de «Fénix 11:23» en clase de Lengua Catalana. Que ya me dirás que tiene que ver con la asignatura… Aun así, la reivindicación es muy legítima. Y como liberal no puedo negarme a reconocer el derecho de un conjunto de individuos a crear una nueva entidad territorial. Pero no nos equivoquemos, es un derecho individual y no territorial, por lo que el mismo derecho tienen los habitantes de «Tabarnia» a secesionarse del resto de Catalunya o, porqué no, los del Alt Empordà (que es donde yo vivo).
JMF: Gracias Irune, si te dejas hablamos más adelante, un saludo.
Irune Ariño: Por supuesto, muchas gracias.
