Enrique Lynch: ‘Cuando Sánchez habla de «nación de naciones» lo cree de verdad’

Conversación tranquila de @jmfrancas con Enrique Lynch (@EnriqueLynch). Escritor y profesor de filosofía, del ámbito de la estética, en la Universidad de Barcelona, ahora jubilado. Tuitter:@jmfrancas Web: http://sinpostureo.com blog: http://www.noentiendonada.es, You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber   JMF:...
AZ PERIODISTAS

Conversación tranquila de @jmfrancas con Enrique Lynch (@EnriqueLynch). Escritor y profesor de filosofía, del ámbito de la estética, en la Universidad de Barcelona, ahora jubilado.

Tuitter:@jmfrancas Webhttp://sinpostureo.com bloghttp://www.noentiendonada.esYou tubehttps://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber

 

JMF: ¿Cómo ves la Universidad actual?

EL: La Universidad lleva años decayendo, como la cultura en general. Por un lado, la masificación de la enseñanza ha resultado una arma de doble filo, puesto que ha abierto las puertas a gente que, en rigor, no tiene ni vocación ni interés profesional, lo cual ha llevado a la degradación de los planes de estudio y la aparición de graduados que luego no se incorporan a las actividades productivas en función de sus estudios. Y, por otro lado, sobre todo en el campo de las llamadas «humanidades», la difusión de la tradición cultural ya no es ni académica ni libresca. La gente se forma y se entera (de aquella manera) por los medios. Aprende las reglas sociales en la televisión y comparte las informaciones de manera fragmentaria en la Red.

JMF: Algo tendrá que ver también la secundaria, ¿cómo llegan los alumnos?

EL: Yo eso no lo sé, porque yo hice mis estudios secundarios en Buenos Aires, en condiciones excepcionales. Se suele achacar a la formación secundaria la responsabilidad de esta decadencia, pero es algo injusto. Lo que me cuentan de los institutos da pavor. Poco pueden hacer los profesores.

JMF: Yo más que a los profesores lo achaco a la ley, pánico a la separación.

EL: ¿Te refieres a las sucesivas leyes nacionales de educación? Puede ser. Nunca ha habido un criterio uniforme sobre la educación en el nivel nacional. Y encima, la educación se ha descompuesto de acuerdo con los intereses sectoriales de las autonomías, que ya sabemos que no son convergentes en absoluto. ¿Te refieres a esta separación?

JMF: Y también al hecho de que los alumnos de distintas capacidades e intereses estén juntos en él aula en la secundaria.

EL: Bueno, pero eso refleja la sociedad en conjunto. El mismo desorden desjerarquizado es lo habitual en todas partes. La educación no puede ser ajena a la sociedad de masas. Es lo mismo que encuentras en el estadio de fútbol o en la playa. Y, a medida que la situación económica de las familias mejora, más fronteras caen y todo se vulgariza. Ya no hay vuelta atrás.

JMF: ¿Vamos hacia lo mediocre en todo?

EL: Sí. Como en los Estados Unidos.

JMF: Pero ahí se valora la iniciativa y el esfuerzo y te fomentan destacar ¿no?

EL: Es verdad. EE.UU es una meritocracia que premia el esfuerzo, el trabajo y la genialidad. Pero también es verdad que Reagan era un analfabeto y Trump, un palurdo impresentable. La sociedad actual está organizada técnicamente, desprendida de la tradición y manipulada por intereses cartelizados. El bienestar solo se consigue así. O con un régimen totalitario como el chino.

JMF: Estabas en una Universidad Catalana. ¿Cómo ves a Cataluña hoy?

EL: Instalada en una especie de enajenación colectiva que no se sabe muy bien a dónde va a parar. En realidad, en mi casi medio siglo de experiencia en Cataluña, siempre he visto el mismo sentimiento irracional de afirmación identitaria. La diferencia está en que ahora está sostenido y promovido desde los grande medios de comunicación, la izquierda irresponsable y las instituciones del Estado. Es un milagro que con semejante coincidencia de poder el separatismo no haya triunfado.

JMF: ¿A qué achacas este milagro?

EL: El golpe que remató el llamado ‘prosés’ y sus protagonistas han sido muy torpes. Y, por otro lado, un sentimiento irracional identitario no es suficiente. No conozco un solo caso de constitución nacional que no se haya logrado por las armas.

JMF: En la Europa del s XXI, ¿cabe una actuación armada de levantamiento?

EL: Por supuesto. Ese es el peligro que corremos en España, cada vez más balcanizada y cifrando su esperanzas de futuro en Europa que no es más que una Liga Hanseática con moneda común y Banco Central.

JMF: ¿Ves entonces este peligro vivo?

EL: Imagina una situación como la siguiente. El Rey sufre un accidente y muere. Sus hijas son menores de edad, lo que implicaría una Regencia. ¿Hay alguien en la familia real en condiciones de actuar como Regente? No. Letizia, por otra parte, no parece que dé la talla. Se plantearía una situación de emergencia, que sería aprovechada por todas y cada una de las autonomías separatistas, que no son solamente los catalanes. En semejante situación, tendríamos independencia en el Norte y en Cataluña. ¿Cómo responderían, por ejemplo, los franceses? Me temo que harían lo mismo que los alemanes cuando Eslovenia rompió la baraja y de forma inesperada, se declaró independiente.

JMF: ¿Cómo revertir la situación Catalana?

EL: Mientras no haya un acuerdo nacional entre las PP, Ciudadanos y PSOE, un acuerdo de Estado que desmonte por un lado la anomalía catalana, recupere la enseñanza y la seguridad, cierre TV3 o que muestre la decisión y la voluntad de aplicar esas medidas frente a la movilización de los separatistas, el problema catalán seguirá como hasta ahora o peor. El problema es que con el PSOE actual eso es imposible.

JMF: Ahora otro PSOE no hay, ¿habrá tiempo para esperar a que la izquierda se comprometa en serio con España?

EL: Me temo que las consciencias antiespañolas son muchas más de lo que parece. La Comunidad Valenciana va camino de lo mismo que Cataluña. Galicia practica la misma política de inmersión lingüística que inventó Pujol y que produjo dos generaciones de separatistas. Y la izquierda.., dioses, la izquierda, que ya no puede vender la promesa de un mundo feliz, no tiene otra política que la desintegración. Cuando Sánchez habla de «nación de naciones» no es farol. Lo cree de verdad. ¿Y qué hay de español en Podemos?

JMF: Mal pinta eso entonces. Gracias Enrique, esperemos a la sentencia y si te dejas volvemos a hablar. Un abrazo.

EL: Abrazo y muchas gracias por tu atención.

Secciones
EspañaPolítica

Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

Otros: