Las bibliotecas, aunque son centros culturales que existen desde hace siglos, se han modernizado. A menudo solo nos damos cuenta de esos cambios con el paso de los años y, sobre todo, de los siglos, pero muchos de estos cambios no se aprecian tan rápidamente a simple vista. Por ejemplo, es fácil comparar una biblioteca actual con una del siglo XVII, donde los pergaminos anidaban por doquier y la imprenta apenas era un proyecto recién nacido. Sin embargo, ni en arquitectura ni en documentación parecen diferentes las bibliotecas de los años 90 y las de ahora. Aun así, lo son. ¿En qué han cambiado? Naturalmente, en la informatización y en la digitalización de dicha documentación.
Porque la gran revolución en el ámbito tecnológico y comunicativo ha sido internet, y ello lo ha salpicado todo. Actualmente todavía podemos encontrar literatura del siglo XIX, idiomas y filosofía, pero también libros específicos sobre cómo diseñar un software para apartamentos turísticos, cómo llevar a cabo campañas exitosas de marketing digital, y como desarrollar tu propia página web. Además, hoy en día existen salas específicas que disponen de ordenadores con conexión a internet, e incluso es posible tomar prestados ordenadores portátiles y libros electrónicos para cualquier tipo de trabajo y estudio que se desee realizar. Esto es así en las bibliotecas públicas, institucionales y universitarias.
De igual modo, la llegada de los sistemas de reserva, muy utilizados en los sitios web turísticos, también se ha hecho notar en los sistemas de catalogación de libros, revistas y documentos audiovisuales. Los programas informáticos evolucionan cada año y no cesan de modernizarse, y su objetivo en cada actualización es volverse todavía más ágiles y rápidos para facilitar la interacción con los usuarios. Al igual que es posible encontrar en cualquier biblioteca tutoriales sobre la gestión de apartamentos turísticos en relación con la informática, también es posible aplicar esos principios a estos centros públicos; los cuales, sin duda, tienen una larga vida por delante.
Quién sabe qué mejoras informáticas nos traerá el futuro, y cuánta tecnología novedosa de hoy en día quedará incluso obsoleta. La evolución tecnológica es apasionante.
