Mas puso todo el poder de la Generalitat al servicio del “procés».

Conversación tranquila con Juan Arza (@juanarza), Consultor de empresas, fundador de Societat Civil Catalana, articulista y tertuliano.                    Yo: Juan ¿qué está...
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Conversación tranquila con Juan Arza (@juanarza), Consultor de empresas, fundador de Societat Civil Catalana, articulista y tertuliano. 

                 

Yo: Juan ¿qué está pasando en Catalunya?

Juan Arza: Estamos presenciando las consecuencias de una estrategia que el nacionalismo ha aplicado durante 35 años. Un proyecto de «construcción nacional», de ingeniería social, consistente en crear una identidad no sólo diferente sino enfrentada a la española. En esa estrategia han participado incluso fuerzas políticas no nacionalistas, de forma indirecta o inconsciente. Los vectores clave de esa estrategia están claros: Primero la educación (no sólo en las escuelas y universidades, sino también en las colonias, esplais, etc). Segundo los medios de comunicación: públicos y “concertados». Y, lo tercero, la sociedad civil con la ocupación e infiltración de sindicatos, asociaciones, colegios profesionales, clubes deportivos, etc.

Yo: Pero el silencio de siempre ya no existe, ¿ha despertado España en Catalunya?

Juan Arza: Si el nacionalismo hubiera seguido como hasta ahora durante otros 15-20 años, con su estrategia callada e implacable, la independencia hubiera caído como fruta madura. Pero el acelerón que dio Mas para huir de la corrupción y de la crisis ha permitido el despertar de la conciencia española, dentro y fuera de Cataluña.                       

Yo: ¿El acelerón fue para tapar sus vergüenzas?

Juan Arza: Debemos recordar que Mas llega al poder después de la famosa sentencia del Estatut, pero su campaña no gira en torno a ese tema, sino a la necesidad de mejorar la gestión y la crítica al desastroso Tripartit. Era la época del Gobierno «business friendly”.

Yo: Pero poco se criticó al tripartito por su gestión que fue desastrosa…

Juan Arza: Pero se encuentran con una crisis enorme que sitúa a la Generalitat en una situación financiera y social durísima. Y a eso se une el descubrimiento de la corrupción pujolista. En esas circunstancias deciden envolverse en la bandera y adoptar un discurso que primero fue «soberanista» y después abiertamente “separatista».

Yo: De hecho, Mas no recrimina al tripartito la ruina de Catalunya sino a Madrid que nos roba. ¿Por qué pasó esto?

Juan Arza: Mas pactó sus primeros presupuestos con ese PP que había recurrido el Estatut y al que acusan ahora de ser el enemigo nº 1 de Cataluña. Pero después de la manifestación del 11S del 2012 Mas y su entorno se convencieron de que podrían cabalgar el tigre populista, lo alimentaron con una propaganda masiva, bestial. Se puso todo el poder de la Generalitat al servicio del “procés».

Yo: Y se lanzó en brazos de Esquerra y condenó a CiU a la desaparición…

Juan Arza: Así es. No obtuvo la mayoría absoluta a la que aspiraba. Y a partir de ahí comenzó una espiral de radicalización. Cualquier aliado era bueno para su estrategia: ERC, la ANC, y después las CUP.

Yo: ¿De qué anhelos viviría un separatista en una Catalunya independiente?

Juan Arza: Seguiría exactamente igual: instalado en el victimismo, culpando de todo lo malo a España, y soñando con un país que no existe.

Yo: ¿No crees que les interesa más una independencia ‘interruptus’?

Juan Arza: Eso es lo que desean muchos en el fondo, y no se atreven a confesarse ni a sí mismos. Pero también hay una generación cargada de autoconfianza, espoleada por modelos sociales de éxito como Pep Guardiola, que quiere ganar y que desprecia la mentalidad derrotista del pasado.

Yo: ¿Qué declaró Puigdemont en el Parlament el otro día?

Juan Arza: Puigdemont quería la cuadratura del círculo: satisfacer a la parroquia indepe, y al mismo tiempo a los «moderados», dejando una puerta abierta a la negociación. El resultado es una confusión enorme. El requerimiento del Gobierno previo al 155 es un acierto, que obligará a Puigdemont a definirse y probablemente abrirá una grieta en el bloque separatista.

Yo: Se dice que el PP ye el PSOE han pactado darles el oro y el moro para calmarles. ¿Te esperas eso?

Juan Arza: No, para nada. No doy ninguna credibilidad a quienes hablan de grandes cesiones. Creo que PP y PSOE han pactado unos mínimos, y a partir de ahí se mantienen a la espera de acontecimientos.

Yo: También se dice que la ANC prepara una semana infernal en Catalunya tomando la calle y estructuras básicas, ¿es creíble?

Juan Arza: Lo llevan anunciando desde hace años. Su intención es colapsar la economía, con acciones como huelgas y bloqueo de infraestructuras, para forzar la intervención de «Europa» y obligar al Estado a negociar. Suena descabellado pero es lo que pretenden. Otra cosa es que la sociedad, incluso los nacionalistas, les siga. Una cosa es bajar a Barcelona para un 11S festivo, y otra dejar de trabajar, perder dinero y exponerse a todo tipo de consecuencias negativas.

Yo: Con la fuga de empresas y esto dejarán Catalunya como un erial, ¿tan poco les importa?

Juan Arza: La mayoría de los líderes nacionalistas actuales no tiene ninguna experiencia laboral ni empresarial. Son activistas desde muy jóvenes, y no tienen los pies en el suelo. Para ellos todo es política, y todo es como un juego. Por otra parte, su objetivo es tan importante y elevado, que no hay límites morales para conseguirlo. Si hay que mentir, saltarse las reglas democráticas o deontológicas, o dañar la economía, pues se hace y punto.

Yo: Ya se que es mucho pedir pero Juan, ¿qué solución tiene esto?

Juan Arza: La clase política española, y también la sociedad, deben asumir cuanto antes que ya no es posible la conllevancia con el nacionalismo. O lo derrotamos, o volverá más fuerte. Hay que arrebatarle al nacionalismo su poder y control social. Eso supondrá muchos conflictos porque se defenderá con uñas y dientes, pero no hay alternativa.

Yo: Difícil tarea con el tipo de políticos que hay en España que siempre buscan las componendas…

Juan Arza: Así es. Yo suelo decir que los políticos españoles piensan en las próximas elecciones, mientras que los nacionalistas piensan en las próximas generaciones. Pero no hay mal que por bien no venga, y esta crisis que ha hecho despertar a los españoles quizás obligue a los políticos a  actuar.

Yo: Gracias Juan, esa puerta a la esperanza anima mucho.

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Nacido en Manresa, (Barcelona). Licenciado en Ciencias Biológicas (UB). Ex profesor (UAB), ex editor (Editorial Labor), ex político (Ayto de L'Hospitalet y Parlament de Catalunya) y ahora periodista.

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